Con recientes cotizaciones superando los $5 por libra, el cobre muestra señales de un potencial nuevo súper ciclo en la industria, con un aumento significativo desde los valores de 2022.
El precio del cobre ha experimentado una subida significativa en los mercados globales, con la cotización alcanzando valores nominalmente históricos. En la Bolsa de Metales de Nueva York, el cobre tocó un máximo de $5,0248 por libra, siendo este el valor más alto registrado hasta la fecha, aunque el precio se moderó ligeramente durante el resto del día, estabilizándose cerca de los $4,9 por libra.
Este repunte en el precio del cobre ha sido recibido con gran optimismo por la industria minera y financiera, destacando especialmente los futuros del cobre para entrega en julio que subieron un 4,7% a $4,99 la libra, y para mayo y junio, donde los precios se situaron en $5,03 y $5,01 respectivamente. La Bolsa de Metales de Londres también reflejó un aumento, cerrando en $4,57 por libra, consolidando una tendencia alcista desde abril, aunque aún sin alcanzar el máximo histórico de $4,86 registrado en marzo de 2022.
Analistas y expertos atribuyen este aumento a varios factores, incluyendo reducciones en el suministro del metal y datos económicos positivos procedentes de China, que han impulsado el precio de este commodity esencial. Además, las recientes apuestas de los fondos de inversión y los fondos especulativos o hedge funds han influido significativamente, con la posición neta favoreciendo al cobre alcanzando la mayor en tres años.
Este entorno ha generado una expectativa de que el precio del cobre podría seguir subiendo, posiblemente alcanzando los $5,5 o incluso $6 por libra en los próximos años, según expertos de la industria. Estas proyecciones sugieren que estamos posiblemente al inicio de un nuevo súper ciclo para el cobre, similar al observado entre 2003 y 2013, cuando el precio del metal subió de 60 centavos por libra a más de cuatro dólares.
Este panorama positivo también refleja el impacto estratégico del cobre en las políticas de mitigación del cambio climático, donde la demanda del metal está aumentando debido a su uso en tecnologías verdes. No obstante, desde la seremi de Minería se advierte prudencia, enfatizando que un escenario tan auspicioso no debe llevar a un exceso de gastos, sino más bien a un enfoque cauteloso y medido.