A pesar de un crecimiento sostenido en la demanda de litio impulsada por la industria de baterías para vehículos eléctricos, el mercado global enfrenta un superávit significativo para 2024 y 2025, que se refleja en una drástica caída del precio del carbonato de litio.
El mercado del litio ha experimentado una transformación notable en los últimos años. En 2022, el precio del carbonato de litio alcanzó niveles récord, superando los US$ 70.000 por tonelada, impulsado por las altas expectativas de la industria de vehículos eléctricos y la percepción de una oferta limitada. Sin embargo, en 2023 y lo que va de 2024, el mercado ha mostrado un panorama completamente diferente, según detalla el informe realizado por Cochilco.
El precio del carbonato de litio comenzó a caer a principios de 2023, registrando un valor de US$ 12.000 por tonelada a fines de julio de 2024. Esta caída abrupta se debe a varios factores, entre los que destacan la menor venta de vehículos eléctricos en comparación con las proyecciones iniciales, la reducción de subsidios en los principales mercados automotrices, y un cambio de preferencia hacia vehículos híbridos enchufables (PHEV), que requieren menos litio para sus baterías.
Además, el mercado global ha visto un incremento en la oferta de litio, producto de la entrada en operación de nuevos proyectos mineros en diferentes partes del mundo. En 2023, la producción mundial de litio alcanzó 988 mil toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), y se proyecta que para 2024 esta cifra aumente a 1.246 mil toneladas, lo que representa un crecimiento interanual del 26,1%.
En cuanto a la demanda, se espera que siga en aumento, alcanzando 1.129 mil toneladas de LCE en 2024 y 1.404 mil toneladas en 2025, impulsada principalmente por la industria de baterías, que representa el 84% del consumo total de litio. Sin embargo, este crecimiento de la demanda no ha sido suficiente para contrarrestar el aumento en la oferta, lo que ha llevado a un superávit de 117 mil toneladas de LCE en 2024 y 191 mil toneladas en 2025.
Chile, que posee el 34% de las reservas mundiales de litio, continúa siendo un actor clave en el mercado global. En 2023, el país produjo 271 mil toneladas de LCE, consolidándose como el principal productor en Sudamérica y el segundo a nivel mundial, solo detrás de Australia. No obstante, las exportaciones de litio han mostrado una disminución en valor debido a la baja en los precios internacionales, con un descenso del 65% en los primeros cinco meses de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior.
Este contexto plantea desafíos y oportunidades para la industria del litio. Por un lado, la caída de los precios ha obligado a varios productores a ajustar sus operaciones y revisar sus planes de expansión. Por otro lado, el aumento de la demanda, especialmente en el sector de baterías para vehículos eléctricos, sigue siendo una fuerza motriz que asegura la relevancia del litio en la transición energética global.
Las proyecciones a largo plazo indican que los precios del carbonato de litio podrían estabilizarse, alcanzando un promedio de US$ 16.450 por tonelada en 2025. Esto refleja una adaptación del mercado a las nuevas realidades de oferta y demanda, en un escenario donde la electromovilidad y el almacenamiento de energía continúan siendo sectores estratégicos para el desarrollo global.