Expertos de Benchmark y permisología: “La imprevisibilidad de los procesos es algo que hay que corregir en Chile”

Los expertos en economía cuprífera Carlos Piñeiro e Iván Llancas, analizan el paquete de reformas a la permisología que anunció el Gobierno a comienzos de año. “En proyectos grandes, el tiempo de tramitación de permisos es de aproximadamente cuatro años. Reducir un 30% este último, en sí, puede no ser una diferencia muy sustancial”. 

La minería nacional y en particular, el sector cuprífero, están expectantes ante lo que suceda en el Congreso. En un escenario de dificultades para aprobar proyectos de inversión, el Ejecutivo planteó en enero del presente año una serie de reformas para agilizar la tramitación de permisos, conocido también como “permisología”, entendido como los excesos burocráticos para obtener las licencias para operar y concretar inversiones. 

Reducir en un 30% los tiempos de tramitación suena como la promesa concreta más relevante de las medidas. Sin embargo, puede no ser el único factor determinante.

El Senior Analyst Copper, Mining & Metals de Benchmark, Carlos Piñeiro, y el Copper Supply Analyst de la misma firma, Iván Llancas, exponen su visión en un contexto de enormes desafíos de competitividad para Chile.

Estado actual y advertencia de EE.UU.

Los expertos de Benchmark enfatizan que, a pesar del estancamiento en la producción de cobre en los últimos años, Chile continúa siendo el mayor productor a nivel global. Según datos de Cochilco, desde 2004 la producción ha fluctuado entre 5,2 y 5,9 millones de toneladas. 

Sin embargo, “Chile ha estado perdiendo su puesto en competitividad a nivel mundial en cuanto a costos asociados a la producción de cobre. Adicionalmente, la inversión minera en el país para el desarrollo de nuevos yacimientos ha bajado, ya que los inversionistas tienen sus ojos puestos en países con proyectos más atractivos en Perú, Argentina o la República Democrática del Congo”, explica el analista Senior de Cobre, Minería y Metales de Benchmark, Carlos Piñeiro.

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“Aunque un poco tarde, sin duda, el paquete de reformas a la permisología intenta revertir esta situación por el cual el país está pasando, atrayendo inversión extranjera para el desarrollo de nuevos proyectos cupríferos”, añade el experto.

Recientemente, el Departamento de Estado de Estados Unidos, criticó la situación de tramitación permisos en Chile exponiendo que los procesos de inversión “son largos e imprevisibles”, una situación que pone cierta presión en este afán hallar inversionistas nuevos.

Frente a esta situación, el analista de Demanda de Cobre, Iván Llancas, subraya “que es necesario que los procesos de obtención de permisos sean más ágiles para acelerar la construcción o puesta en marcha de nuevos proyectos. Sin embargo, este fenómeno es observable en la mayoría de los países occidentales con fuerte presencia minera, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Australia, Perú, etc.”

En ese sentido, el analista de economía cuprífera expone que el inconveniente de las largas tramitaciones en permisos es un problema y un desafío de alcance global y no solo un asunto local en nuestro país.

De todas maneras, Llancas enfatiza que “con respecto a la imprevisibilidad de los procesos, eso sí, es algo que hay que corregir en Chile, sin embargo, nos parece que esto no se arregla sólo agilizando el proceso, se hace dándole un enfoque técnico a los cargos que toman las decisiones”.

Más allá de la reducción de tiempos

La reducción de un 30% de los tiempos de tramitación es uno de los objetivos autoimpuestos por el gobierno que se he divulgado como una de las metas principales.

“Creemos que, si esta meta llegase a no ser cumplida enviaría una señal a inversionistas tanto en el país como en el extranjero de que Chile no es un país dispuesto a modernizar y agilizar sus procesos de ejecución de proyectos de inversión, afectando finalmente la confianza de estos inversionistas”, expone Carlos Piñeiro, analista Senior de Cobre, Minería y Metales de Benchmark.

Si consideramos el tiempo que tarda la construcción y puesta en marcha de una mina, “el promedio en Chile es de aproximadamente 11 años, y para proyectos grandes, solamente el tiempo de tramitación de permisos es de aproximadamente cuatro años. El reducir un 30% este último, en sí, puede no ser una diferencia muy sustancial”, precisa Piñeiro.

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El especialista añade que, de igual forma, la posibilidad de poder poner en marcha un proyecto minero un año antes puede ser interesante para las empresas ya que esto impactaría positivamente.

Adicionalmente, ambos expertos coinciden en que esto puede verse aún más afectado por el hecho de que inversionistas extranjeros tienen sus miradas puestas en lo que está ocurriendo en América Latina, ya que tanto Perú como Argentina han adoptado medidas pro-minería. 

Como antecedente, los inversionistas al ver este cambio han tomado decisiones de exploración y construcción de nuevas faenas mineras. Esto se ve en el joint venture de Filo del Sol, por parte de BHP con Lundin; el anuncio de FQM del comienzo de la construcción de Taca Taca en Argentin; y el comienzo de la construcción del históricamente conflictivo proyecto Tía María, en Perú.

El experto en demanda de cobre de Benchmark, Iván Llancas considera que ante todo, “hay un factor de voluntad política, el cual es el principal freno a los proyectos de inversión en Chile debido a que las decisiones muchas veces son tomadas por cargos políticos del gobierno de turno, no por cargos de autoridad técnica”, expone.

“Creemos que esta iniciativa puede disminuir la incertidumbre del proceso de permisología, eliminando el Comité de ministros, fortaleciendo la institucionalidad y la opinión técnica”, concluye Llancas.

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Estancamiento y futuro de la inversión

De acuerdo con los entrevistados, el estancamiento de producción minera se debe a dos factores principales: uno corresponde a la antigüedad de los yacimientos, como es el caso con varias minas de Codelco, y el otro es la falta de puesta en marcha de proyectos greenfield de gran envergadura. 

Sin embargo, la puesta en marcha de proyectos brownfield no ha faltado y ha ayudado a mantener niveles de producción constantes. A su vez, existe en Chile una cartera prometedora de proyectos brownfield que ya han presentado sus permisos y que están a la espera de la aprobación de estos o bien ya tienen permisos aprobados y están cercanos a comenzar la construcción de su nueva etapa.

De hecho, la cartera actualizada de inversiones mineras proyectada por Cochilco para el período 2023-2032 comprende 49 proyectos, sumando una inversión total de US$ 65.712 millones.

Por eso, de no llegar a buen puerto las reformas a la permisología, el analista Senior, Carlos Piñerio asegura que “se enviaría una señal negativa tanto para el mercado y a la inversión extranjera. De no haber incentivos para nuevos proyectos, la producción de cobre podría seguir estancada o incluso disminuir a largo plazo”.

Asimismo, “hoy en día existen otras opciones para inversionistas extranjeros además de Chile. Esto lo vemos en el alza de producción de cobre en África, y el robusto pipeline de proyectos en Argentina y Perú, lo que ha dejado a Chile en un segundo plano para el desarrollo de nuevos yacimientos”, acota el analista experto en demanda cuprífera, Iván Llancas.