Por Hugo Fernández, gerente Minería y Exportaciones de Madeco by Nexans
La industria minera ha experimentado avances tecnológicos sin precedentes en las últimas décadas, desde la automatización de procesos hasta la implementación de inteligencia artificial y el uso de big data. En medio de esta transformación, hay un componente que sigue siendo fundamental para asegurar el éxito de las operaciones mineras: los conductores eléctricos.
Los conductores eléctricos, que a menudo pasan desapercibidos entre los grandes equipos y maquinarias, son las arterias por las que fluye la energía y la comunicación en las operaciones. En un entorno tan desafiante como el de la minería, la fiabilidad de los cables se convierte en un factor crítico. Pero no hablamos solo de los cables tradicionales. El futuro de la minería apunta a la necesidad de cables inteligentes, capaces de ir mucho más allá que transportar electricidad.
En el futuro, necesitaremos que los conductores eléctricos no solo transmitan energía, sino que también alerten de manera anticipada sobre posibles averías o disminuciones de rendimiento. Esta capacidad de diagnóstico implicará un cambio profundo en la gestión de los activos mineros, permitiendo rastrear fallas, detectar desgastes y ofrecer un mantenimiento predictivo que optimice las operaciones.
Los desafíos a los que se enfrenta la industria minera hoy —incluyendo la sustentabilidad, la eficiencia energética y la seguridad— requieren soluciones innovadoras. Las nuevas funcionalidades que ofrecerán los conductores eléctricos van precisamente en ese sentido y serán un pilar esencial para garantizar el éxito de esta transición tecnológica.
Los cables del futuro no solo deben ser más seguros, sino también más inteligentes. Nuestra visión es clara: desarrollar cables que no solo acompañen el avance de la minería, sino que también lideren este proceso, asegurando un rendimiento óptimo.
La minería tiene por delante una agenda compleja y desafiante, pero también repleta de oportunidades. Los cables inteligentes serán parte de la infraestructura crítica que permitirá que la industria avance hacia una nueva era, más eficiente y más segura.
