Antes de implementarlos, los procesos de digitalización exigen realizar previamente un diagnóstico para trazar acciones a futuro. Por ejemplo, se requiere saber cómo funcionan y cuáles son las dificultades que impiden o retrasan ciertas las líneas de trabajo, establecer criterios de selección, conocer las soluciones digitales que se están desarrollando y determinar cuáles son las competencias que requieren las personas que trabajan en el rubro minero. Todos estos temas fueron los que se abordaron en la primera sesión del ciclo “Minería 4.0: Hoja de ruta de la digitalización”, organizado por Sonami, UDD Ventures, en colaboración con Corporación Alta Ley.
En el encuentro, el presidente de Sonami, Diego Hernández, expuso sobre las tecnologías digitales y su importancia en minería. “Aquellas tecnologías vinculadas a la producción, procesos o información están transformando los diferentes sectores que están buscando mejorar su productividad y sustentabilidad”, contó. “Enfrentamos nuevos desafíos, que nos demandan un compromiso adicional y una mirada innovadora. Debemos contar con nuevas estrategias y herramientas para mantener y proyectar la competitividad y sustentabilidad en las próximas décadas”, añadió el ejecutivo.
El presidente ejecutivo de la Corporación Alta Ley, Fernando Lucchini, fue quien ahondó en el camino que se debería seguir para el desarrollo de la minería 4.0. “Hemos generado unas series de hojas de ruta que nos muestran cómo alcanzar la visión que tenemos de la minería del futuro. La realidad es bastante clara, ya que los beneficios potenciales de avanzar en la digitalización son tanto económicos como estratégicos y asociados a valores como sustentabilidad y seguridad de los colaboradores”, detalló.
El ejecutivo comentó que se creó un roadmap para la digitalización entre Fundación Chile, Consejo Minero y CORFO. “Cuando analizamos los núcleos estratégicos vemos aspectos como la minería integrada inteligente, la minería verde, la digitalización y ciberseguridad, pero vemos también que no todos estos desafíos y estas brechas prefieren a las tecnologías. Observamos un núcleo habilitante estratégico que se refiere a la licencia social para innovar y al desarrollo de capital humano, porque esto asociado a la digitalización, es lo que presenta desafíos y oportunidades”, explicó.
“El estado con digitalización contrasta contra el sin digitalización porque el primero genera más empleos: implica 103 millones de empleo en industrias versus 75 millones. Esto está asociado al desarrollo de competencias y programas de actualización constantes”, puntualizó.
Integración tecnológica
La actividad también contó con la intervención del vicepresidente de tecnologías y analítica de proceso de negocios de Codelco, Álvaro García, quien explicó la integración de tecnologías digitales en la experiencia de Codelco. “Para hacer esta gran transformación establecimos diez prioridades y 38 iniciativas estratégicas. Cuando hablo de prioridades hablo de alcanzar la excelencia en las operaciones, personas, innovación, negocios y la transformación digital”, dijo. “Este proceso aborda temas que nos permiten viabilizar ámbitos de la industria digital como las redes de comunicación, ciberseguridad y automatización de las áreas de soporte. Todo esto no se puede hacer sin las personas. Hay que invertir en nuestros talentos, en alfabetización digital y desarrollo ágil dentro de la Corporación”, aseguró.
El ejecutivo relató que el proceso comenzó a principios de 2021, en División Chuquicamata, donde se abordó todo el proceso MINCO, que abarca desde la caracterización del mineral en las pilas hasta la obtención de cobre fino. “Para ello realizamos más de 20 modelos predictivos y cinco modelos de optimización manejando más de 500 variables en simultáneo y tiempo real. Esto permitió aumentar en un 2,2% la obtención de cobre fino, que se tradujo en 80 millones de dólares anuales basado solo en este proceso que optimiza los ya existentes a través de las personas”, explicó.
El rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés, abordó la fuerza laboral y su rol frente a las tecnologías digitales. “La pregunta es que si haciendo las cosas de la misma manera se pueden esperar mejores resultados. Digo categóricamente que no: entornos cambiantes corresponden a cambios de estrategia. Creemos que las instituciones de educación superior juegan un papel importante porque estamos acostumbrados a elaborar tesis, testearlas, errar, aprobar de nuevo, sacar conclusiones y buscar nuevas soluciones. Somos una especie de laboratorio donde se pueden encontrar mejores formas de hacer las cosas”, opinó.
“Entre los desafíos que vemos para el futuro está la disponibilidad de capital humano pertinente, el vínculo con el entorno y las comunidades, el desarrollo sustentable, la conexión con ecosistemas de emprendimiento y la transformación digital. Todos estos desafíos van a requerir un cambio cultural. Nosotros podemos entregar conocimiento, ayudar en procesos de innovación y entender temas que involucran a múltiples disciplinas. Los problemas complejos requieren de otras visiones, otros enfoques y eso es algo en que nosotros podemos aportar”, culminó el rector de UDD.
