Después de estar cerrada siete años, la compañía minera Mantos de Oro, subsidiaria de Kinross, anunció en un escrito que la mina La Coipa está realizando todas las acciones para reabrir el 1 de febrero de 2022. El proceso comenzó con la etapa de pre stripping y ya está llegando a su término, al igual que la reparación de la planta.
A este paso se contempla que el número de trabajadores propios y contratistas en faena vaya en aumento -a la fecha asciende a 730 personas en promedio-, y que las actividades de la nueva puesta en marcha avancen de acuerdo a la planificación efectuada.
Según lo informado en febrero de 2020 -cuando se anunció la reapertura de La Coipa-, el proyecto implicó una inversión de aproximadamente 225 millones de dólares. Se espera que genere hasta 700 empleos en la etapa de desarrollo y hasta 1.000 durante el año de máxima actividad de la operación. Asimismo, el plan es que produzca un total aproximado de 690 mil onzas de oro, comenzando la primera producción a mediados de 2022 y prosiguiendo hasta 2024.
Una piedra en el camino
Sin embargo, hubo un obstáculo en su proceso de reapertura. La compañía está actualizando las normas técnicas de las subestaciones eléctricas, reparando el interruptor y cambiando las protecciones e instalaciones de onda portadora, lo que requirió suspender la electricidad desde la línea de transmisión el 16 de noviembre. El corte de energía aún continúa, ya que se deben ejecutar las pruebas de comunicaciones exigidas por el Coordinador Eléctrico, organismo que supervisa el sistema.
Si bien se ha cumplido con las pruebas, el plazo fue extendiéndose más allá de lo considerado. Así, el 14 de diciembre se realizó la tercera prueba y quedó pendiente la final para el 28 de diciembre. Según explica la minera, es complejo mantener sin conexión eléctrica la faena hasta esa fecha. Uno de los motivos es que no es posible bombear agua desde los pozos para alimentar su reservorio, lo que es esencial para la operación.
Además, no contar con energía eléctrica atrasa el avance del mantenimiento general de la planta. Se produce un gasto excesivo de diésel para mantener instalaciones y en arriendo de generadores adicionales para mantener la alimentación de agua fresca.
Ante esto, la minera acudió al organismo para obtener energía temporal del sistema hasta el 27 de diciembre. En caso de que esto no pueda realizarse, se prevé adelantar la fecha de la última prueba. Esto, ya que –según recalcaron- la situación “implica un atraso importante y un eventual perjuicio en el cumplimiento de nuestro compromiso de puesta en marcha”.