Iván Arriagada: “Una nacionalización podría afectar el funcionamiento de la industria minera”

Iván Arriagada lleva siete años como presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals. Esta semana recibirá el Premio Ankh 2022 que entrega The Copper Club para destacar las contribuciones a la industria del cobre. “Quizá tiene que ver con el trabajo que hemos hecho para promover el uso del cobre contra el cambio climático y en la transición energética, tanto a través de International Copper Asociation como en Antofagasta Minerals, donde estamos contribuyendo a la sustentabilidad con un nuevo estándar en materia de relaves”, opinó en una entrevista dada al diario La Tercera, donde también enfatizó la importancia de la minería chilena de cobre, que representa más del 25% de la producción mundial. “Es la única industria en la que tenemos impacto global. Este premio refleja el trabajo del equipo, no es un logro individual”, aseguró.

En la entrevista también habla sobre cómo ha desarrollado su trabajo, que partió con identificar el rol del cobre en el país y dilucidar cómo avanzar hacia la transición energética. Ese camino exigió a la compañía integrar nuevas tecnologías para minimizar el impacto medioambiental, migrar hacia energías renovables y procesos que tengan como finalidad la eficiencia en el uso del agua. “Hoy más del 80% del agua que utilizamos en la compañía es recirculada y en Pelambres estamos migrando al uso de agua de mar; esperamos que en 2025 un 5% o menos del agua que utilicemos como grupo provenga de fuentes continentales”, afirmó. Otro de los desafíos que le ha tocado ha sido la de promover la diversidad e inclusión: en 2018 el 8% de la empresa era dotación era femenina. Hoy es el 18%.

A fines de 2021 preveía un precio del cobre en niveles de US$ 4 por libra por los 12 o 18 meses, ¿mantiene esta proyección?

Tengo una visión favorable de los fundamentos del mercado del cobre, porque la demanda está orientada al desarrollo del crecimiento urbano y de los países emergentes, China en particular; y también porque juega un rol muy importante en la transición del cambio climático. Esos factores persistirán. Ahora estamos en un contexto de mayor inestabilidad por la guerra en Ucrania y, por lo mismo, vemos más volatilidad en el precio de los commodities, el cobre incluido. Es probable que el escenario macroeconómico mundial entre en un período de crecimiento más bajo, con mayores niveles de inflación. Ese no es un escenario particularmente favorable, pero aun así creemos que el cobre mantendrá precios como los vistos en el último año y medio.

¿Cómo se sustenta que el cobre siga en valores históricos cuando se debate si las principales economías se enfilan a una recesión o a una estanflación?

La demanda de cobre tiene este componente asociado al cambio climático y creo que subyace en forma importante en el corto plazo. Además, el escenario geopolítico genera restricciones logísticas, tiene un impacto en producción del que no tenemos total visibilidad. Rusia produce alrededor de un millón de toneladas de cobre y no sabemos si eso se ha mantenido. Esto hace que el mercado esté más volátil, pero probablemente también le da soporte a los niveles actuales de precio. Además, la inflación afecta a los commodities y así como ha subido el precio de petróleo, del acero, de los fertilizantes, de los productos agrícolas, el precio del cobre también refleja mayor inflación.

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¿Estamos en algún superciclo del cobre?

No, el superciclo del precio del cobre quedó atrás y tuvo mucho que ver con la incorporación de China. Antes del superciclo, China representaba menos del 10% del consumo mundial de cobre y durante el superciclo subió a entre 40% y 45%, pero ha convergido a tasas de crecimiento mucho más bajas. Durante el superciclo su economía crecía a tasas de sobre 10% y hoy están cercanas al 5% y al 6%. Estamos viendo un periodo más normal en cuanto a ciclos del precio del cobre y vamos a pasar por periodos de precios más bajos por el menor crecimiento económico y porque entrarán en producción proyectos nuevos. Por tanto, los precios estarán en niveles similares a los que hemos tenido últimamente por otros 12 a 18 meses; después prevemos un ciclo a la baja.

¿Dónde los sitúa el costo neto de caja de US$ 1,2 por libra de 2021 en el mundo?

Con ese costo estamos en el segundo cuartil, entre el 25% y el 50% de los productores más eficientes. Pero esta cifra encierra una dispersión porque algunas de nuestras faenas tienen costos menores, como Los Pelambres, que está en el primer cuartil, mientras Antucoya y Zaldívar están en el cuarto cuartil, porque tienen leyes más bajas y procesos productivos distintos. Ciertamente proyectamos mayores costos para 2022, a alrededor de US$ 1,55 por libra; una parte de ese incremento es por una estimación de menor producción de alrededor de 5% en el periodo y otra parte, por un incremento en el precio de los insumos.

¿Cómo se reparten los US$ 1.700 millones a US$ 1.900 millones que invertirán en 2022?

Invertimos unos US$ 1.000 millones al año sólo para mantener los niveles de producción, ya sea para compensar bajas de leyes y mantener nuestro nivel de tratamiento o aumentarlo, o para adaptación a desafíos en materia de sustentabilidad. Los restantes US$ 700 millones a US$ 900 millones van a proyectos de desarrollo para adicionar capacidad. Este año se trata del Proyecto de Infraestructura Complementaria en Los Pelambres (mayor capacidad de molienda para compensar la dureza del mineral y suministro de agua).

¿Cuál es el presupuesto de exploraciones?

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Invertimos entre US$ 50 millones y US$ 100 millones anuales en exploraciones, que son inversiones de muy alto riesgo. Hemos tenido algunos avances interesantes como el reciente descubrimiento de un blanco al que llamamos Cachorro, en la Región de Antofagasta. Aún es algo muy preliminar, pero tenemos otros objetivos que parecen interesantes en los sondeos que estamos haciendo tanto en Perú como en Canadá.

¿Hay fecha para la planta desalinizadora?

El proyecto de suministro de agua de Los Pelambres tiene dos etapas. La primera contempla una planta de 400 litros por segundo que estaría terminada en la segunda mitad de este año. Después queremos hacer una ampliación a 800 litros por segundo, para lo cual tenemos el Proyecto de Adaptación Operacional que apunta a que podamos disponer de esta cantidad en 2025.

¿En qué fase está el estudio para extender la vida útil de Pelambres?

Primero terminaremos el proyecto en construcción para luego tramitar la ampliación de la desaladora y el reemplazo de alguna infraestructura, como el concentraducto. Eso es lo que denominamos Proyecto de Ampliación Operacional. Después vendría el proyecto de extensión de vida útil, todavía en etapa de estudio; aún no tenemos propuesta específica.

¿Qué harán tras la decisión de Alto Maipo, proveedor de ustedes, de acogerse al Capítulo 11 en Estados Unidos?

Actualmente Minera Los Pelambres no está recibiendo energía de Alto Maipo. Como cliente, Minera Los Pelambres está analizando todos los antecedentes para preservar y hacer valer los derechos que le corresponden conforme al contrato y la ley. Paralelamente, la compañía sigue avanzando en fuentes de suministro de energía eléctrica alternativa que le permitan cumplir con la meta de operar sólo a partir de fuentes renovables y sin emisiones durante 2022.

LA NUEVA CONSTITUCIÓN

¿Sigue optimista respecto del trabajo de la Convención Constitucional?

Creo que el trabajo de la Convención es sumamente importante porque trata de construir un pacto de convivencia futuro que represente a una mayoría importante y sirva de base para nuestro desarrollo. Por lo tanto, es una gran oportunidad que ojalá no desperdiciemos. Algunas de las ideas que se discuten podrían afectar seriamente el funcionamiento de la minería. Esta actividad requiere enormes inversiones que se recuperan a lo largo de muchos años, por eso es importante contar con reglas claras y estables, así es que esperamos que se consideren los puntos de vista de la comunidad minera, formada no solo por las empresas sino también por trabajadores, proveedores, universidades, gremios y organizaciones del sector civil. Hay convencionales que actúan desde la desconfianza, muchas veces a partir de información incompleta sobre la industria. Espero que esas miradas no prevalezcan.

¿Cree que prospere la nacionalización del cobre o que cambien el régimen de concesiones?

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La nacionalización no tiene mucho sentido porque en el sector minero chileno ya hay una empresa estatal, Codelco, y quienes hemos trabajado allí sabemos que funciona bien, pero que los desafíos que enfrenta no son distintos a los de cualquier compañía. La minería requiere inversiones importantes y si el Estado se hiciera cargo de las empresas que operan en Chile tendría que postergar esas inversiones o hacer competir esos recursos con proyectos sociales. Por otro lado, la actividad minera enfrenta riesgos importantes, desde comerciales hasta geológicos y metalúrgicos y el sector privado está en mejores condiciones para asumirlos. El Estado no podría arriesgar millones de dólares en exploración, con pocas posibilidades de retorno. Además, compensar a las empresas por la nacionalización representa un compromiso de recursos muy importante para un Estado que enfrenta otras necesidades.

Acortar las concesiones complicaría a esta actividad, ya que el desarrollo de los yacimientos mineros se hace pensando en el largo plazo. Las inversiones se reducirían con bastante antelación al término de la vigencia de la concesión y eso afectaría el desarrollo de la industria.

¿Qué le parece que, como parte de la reforma tributaria, el gobierno patrocine el proyecto de royalty a la minería que tramita el Congreso?

Es legítimo que en un contexto en que el Estado necesita avanzar en una agenda social con mayores recursos para salud, educación y pensiones busque cómo financiar en forma permanente esas iniciativas; y que en esa discusión, por la importancia que tiene, se mire el aporte que hace el sector minero. Pero cualquier cambio en las condiciones en que se desarrolla esta industria debe hacerse con una perspectiva de largo plazo, porque ahora estamos en un periodo de precios altos, pero todos sabemos que no será permanente. Lo segundo es que se reconozca que el principal aporte de la minería no ocurre a través del pago de impuestos: 90% de los ingresos del año pasado quedó en generación de empleo, desarrollo de encadenamientos productivos, inversión, innovación, formación de personas y apoyo a las comunidades. Por ello es importante que esta discusión se realice con toda la información disponible y considere la competitividad de la minería chilena. Lo peor sería poner en riesgo su futuro con una mala política pública en materia tributaria.

Inicialmente vimos en la Cámara un proyecto de ley que ponía en riesgo a muchas faenas mineras por los niveles de impuestos que se plantearon. Después hubo una discusión en el Senado donde se invitó a distintos actores a participar, pero bajo algunos escenarios las tasas de tributación efectiva aún están sobre las existentes en jurisdicciones comparables. El gobierno ha dicho que abrirá un diálogo con distintos sectores, así es que esperamos participar.