“Creo que esta Constitución no está siendo lo que realmente tiene que ser: un garante de derechos y obligaciones. Las normas expresadas (en el trabajo de la comisión de Medioambiente) generan incertidumbre”, afirma el académico y consultor en minería, Juan Ignacio Guzmán, ante la propuesta de Estatuto Minero que deberá ser votado por el pleno de los constituyentes, como parte del proceso para redactar una nueva Carta Magna.
Y más aún, sostiene que el articulado que salió de la comisión de Medioambiente: “No apunta a tener sólo minería pública, sino que a eliminar la actividad minera privada y estatal”.
Juan Ignacio Guzmán es ingeniero civil de Minas y gerente general de GEM | Gestión y Economía Minera Ltda., consultora especializada en este sector. También es profesor del Departamento de Ingeniería de Minería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y del MBA Minero de la Universidad de Chile.
– ¿Cuál es tu opinión del articulado sobre minería que se votó en la comisión de Medioambiente?
A grandes rasgos, el debate que se está dando en la comisión aspira más bien a un escenario utópico, de wishful thinking (ilusiones), que no tiene forma de implementarse en la realidad.
Particularmente en la actividad minera, las propuestas tal como están, hacen inviable la explotación de la minería, tanto para los agentes privados como públicos.
– ¿Esa es la señal que transmite para los inversionistas?
La señal real es que no se quiere más minería. No apunta a tener sólo minería pública, sino que a eliminar la actividad privada y estatal. En un país así, por supuesto que se impulsa a desinvertir, arreglar lo que se tenga que hacer por ley e irse a otros lugares más atractivos.
– ¿Entonces, no refleja una mirada técnica y conocimiento del negocio minero, sino más bien posturas ideologizadas o sesgadas?
Absolutamente lo segundo, son posturas ideologizadas; y vuelvo a recalcar, utópicas. No es una Constitución para aplicarse en la vida real; no existe ningún país de referencia que tenga este tipo de normas, tan ambiguas y abiertas a interpretaciones.
Creo que esta Constitución no está siendo lo que realmente tiene que ser: un garante de derechos y obligaciones. Las normas expresadas (en el trabajo de la comisión) generan incertidumbre, y su implementación va a tener que depender de un órgano legislativo externo.
POSIBLES CONSECUENCIAS
– ¿El texto aprobado se hace cargo de las consecuencias que se podrían generar, especialmente en las regiones mineras?
No. Básicamente eliminan que la minería pueda subsistir de una manera favorable con las comunidades y ecosistemas.
No hay incentivos para el desarrollo minero con estas nuevas propuestas; por lo que justamente las más afectadas serán las regiones mineras, reduciendo el trabajo, la economía y calidad de vida.
– Por lo que dices ¿tampoco concilia la actividad minera con la protección del medioambiente y la remediación de pasivos?
Hoy día la comisión definitivamente privilegia el cuidado y preservación del medioambiente, por sobre las actividades industriales. De mantener estas normas en su estado actual -que eliminan los incentivos para la minería privada-, el Estado deberá hacerse cargo de la remediación de todos los pasivos que hoy puedan existir en la minería. Y este, no tiene la capacidad de gestión ni de recursos para generar efectivamente el cierre de faenas mineras.
– Mencionaste que no hay en otros países un articulado minero como el que se va a presentar al pleno ¿Existe alguno que se le asemeje?
Creo que si tomamos todas las normas, aplicadas en forma simultánea, a ninguno. En cuanto a la relación de los pueblos indígenas y la minería, sería Sudáfrica. Pero, es importante considerar que este es un ejemplo de país en vías de desarrollo, que se ‘entrampó’ en cuestiones de crecimiento y comunidades indígenas; por lo que dista de ser un ejemplo a imitar. En la vida real, es un trade off. Hoy en día la minería no puede hacer lo que quiere, hay normas, estudios de impacto ambiental y debe hacerse valer.
La industria minera sí puede contribuir a un medioambiente limpio, al mismo tiempo que al desarrollo de un país.
– ¿Qué mensaje enviarías a los convencionales?
Que todavía pueden enmendar el rumbo, y proponer una Constitución adecuada a las necesidades y desafíos que tenemos como país, sin necesidad de renunciar a los sueños.
Realmente me gustaría que se elaborara una Constitución mejor que la actual, que impulse a Chile y nos haga un mejor país.