“Creemos que si bien hay cuestionamientos que nacen de aprensiones legítimas respecto del impacto que la actividad minera genera en el medioambiente, el tono y el objetivo de estos apunta en una dirección equivocada”, afirma Álvaro Pino, vocero y director de la Asociación Gremial de Suministradores Técnicos y de Ingeniería para la Minería e Industria, Sutmin, AG, al ser consultado por cómo ven la discusión que se está dando en la Convención Constitucional sobre el sector, y en particular, las propuestas emanadas de la comisión de medioambiente.
Añade, además, que perciben “una sobre exposición de los eventos que conllevan impacto negativo asociados a la industria”. Y que los cambios propuestos en el estatuto minero apuntan más bien a debilitar las certezas que requieren los inversionistas privados, y al fortalecimiento del rol del Estado en el sector.
Sutmin cuenta con 21 empresas asociadas, proveedores nacionales con foco en la industria minera y en otras actividades industriales. En esta entrevista con MyF, Álvaro Pino ahonda en el aporte que realizan al país, y las inquietudes que hoy les genera lo que se decida en la Convención.
– ¿Qué rol y relevancia tiene el segmento de proveedores que Sutmin representa, tanto a nivel global como en las economías regionales y locales?
El segmento de proveedores que representamos, son compañías cuyo negocio principal es la comercialización de productos con valor agregado mediante innovación, procesos productivos y servicios asociados a dichos productos.
Este es un segmento relevante a nivel global en la industria minera, ya que existe un amplio conocimiento técnico, tanto de los productos como de los procesos productivos de los clientes, lo que apunta a ofrecer las mejores soluciones en terreno, para asegurar a la continuidad operacional, bajos costos de mantención y sostenibilidad de la industria.
A nivel regional y más local, nuestros asociados tienen presencia en terreno, tanto en procesos de venta como de servicios, lo que impacta positivamente en las economías donde están emplazadas las faenas. Esto, porque se privilegia la contratación de mano de obra y servicios de apoyo del lugar, como alimentación, alojamiento y transporte. Además, tenemos asociados con presencia permanente, a través de oficinas en regiones.
– ¿Qué características definen a los proveedores agrupados en la asociación?
Las características que definen a nuestros asociados es que son empresas pequeñas y medianas, comprometidas con agregar valor a través de productos de alta calidad, y con compromiso con prácticas de sostenibilidad y de ética. Por tanto, nuestra misión es ser la voz de estos pequeños y medianos proveedores, facilitando espacios de encuentro de nuestros asociados con los protagonistas de la industria.
– ¿Cuánto pesa e influye la industria minera en su sector?
La industria minera en todo su espectro, desde pequeña a gran minería, es el principal socio estratégico y motor de crecimiento de nuestros asociados; ya sea directamente, por su relación comercial, o indirectamente, dado el impacto que tiene en el desarrollo de otras ramas industriales del país, como la metalúrgica, metalmecánica, combustibles, energía, cemento, entre otras.
DESCONOCIMIENTO DEL APORTE MINERO
– ¿Cómo evalúan los cuestionamientos y cambios que están proponiendo algunos sectores de la Convención Constitucional, respecto de la industria minera?
Creemos que si bien hay cuestionamientos que nacen de aprensiones legítimas respecto del impacto que la actividad minera genera en el medioambiente, el tono y el objetivo de estos apunta en una dirección equivocada. En esta industria hay espacio de crecimiento y necesidad de avanzar en objetivos de sostenibilidad, pero debe tenerse en cuenta que esta industria es parte relevante de la economía de nuestro país, y seguirá siéndolo en las próximas décadas.
Lo que ha permitido el desarrollo de la industria minera, es una balanceada alianza público-privada, con reglas claras y proyectables en el tiempo. Los cambios propuestos apuntan en la dirección contraria, debilitando las certezas y apuntando al fortalecimiento del rol del Estado en el sector. Esto presenta un escenario donde la inversión privada va a enfrentar incertidumbres que no harán rentables los proyectos, obligando al Estado finalmente a ser el actor principal, con costos elevados y ritmos de crecimiento más lentos, lo que impactará fuertemente en el ecosistema de proveedores y las economías locales.
Es muy importante que el articulado general (sobre minerales) apunte al beneficio para el país, contribuyendo a la construcción de una industria minera sostenible y robusta, en lugar de frenar el desarrollo de esta actividad.
– ¿Cree que hay un desconocimiento de lo qué es la industria minera hoy, así como como del ecosistema que la conforma?
Sí, creemos que hay desconocimiento del impacto positivo de la minería, en su aporte final a la energía limpia, en sus innovaciones productivas y asociadas a disminuir el impacto sobre el medioambiente. También existe desconocimiento del impacto positivo en las comunidades, y economías local y nacional.
Finalmente, percibimos una sobreexposición de los eventos que conllevan impacto negativo asociados a la industria, con lo que se ha construido una imagen parcializada de esta industria y su aporte a Chile.
– Además del debate constitucional ¿Cuáles son las preocupaciones relevantes para el sector?
Actualmente enfrentamos desafíos en todos los frentes. Los principales son cumplir las expectativas de nuestros clientes, y mantener un ambiente de comunicación fluida entre nuestros asociados y las compañías mineras; esto debido al clima internacional de incertidumbre, la volatilidad en precios y las continuas fallas en las cadenas de suministros.
A nivel país vemos que el desafío más relevante es construir un ambiente con más certezas, que permita hacer frente a la crisis internacional y doméstica de inflación, con impulso productivo y trabajo, apalancado por el precio favorable de los commodities.
