Cristián Opazo, del Centro Nacional de Pilotaje: «Estamos contribuyendo a una nueva forma de hacer minería»

Cristián Opazo

“Hemos formado un tremendo equipo, con experiencia, motivado y que vibra con todo lo que hace”, afirma Cristián Opazo, gerente técnico del Centro Nacional de Pilotaje, CNP, al referirse al trabajo de estos años para sacar adelante y consolidar este proyecto que nació en 2017, y que busca fortalecer el ecosistema minero.

El objetivo de la Corporación CNP –iniciativa público-privada, que cuenta con apoyo de Corfo- es ofrecer espacios y servicios de alta especialización para el pilotaje y la validación industrial de nuevas soluciones destinadas a la minería. En otras palabras, contribuir al desarrollo de tecnologías e innovación en el país.

Ingeniero civil de minas e ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile, Cristián tiene también un Master in Business de la University of Queensland. Fue durante su estancia en Australia que pudo conocer de cerca el sector denominado METS (Mining Equipment, Technology and Services), cuyo aporte a la economía de ese país es tan relevante como el de la  propia actividad minera.

En esta entrevista con Minería y Futuro, señala que lo que más le apasiona de su rol en el CNP es poder colaborar con “la implementación de tecnologías que ayuden al desarrollo minero de Chile”. Asimismo, se declara “hincha” de las oportunidades que ofrecen para el país el hidrógeno verde, el litio y, por supuesto, el cobre.

– ¿Cómo describirías a las personas que no están vinculadas con el mundo minero lo que es, hace y el aporte que brinda el CNP?

Lo que hacemos es facilitar un espacio para realizar las pruebas de nuevas tecnologías mineras, a escala industrial; es decir, ayudamos a cerrar una brecha que existe, toda vez que los desarrolladores de equipos y soluciones muchas veces no cuentan con acceso a terrenos -en faenas de la gran minería- para poder probarlas.

Nosotros disponemos de esos sitios -mina y planta-, y entregamos el servicio de diseño o validación de las pruebas de estas tecnologías. También podemos ayudar a los innovadores a generar un plan de escalamiento, para pasar de una prueba piloto a una industrial.

– ¿Cómo ha sido la evolución del Centro en estos años?

Muy acelerada. Desde ser los ‘chicos nuevos en el barrio’, en que en cada reunión teníamos que explicar lo que hacía el CNP; hasta ahora, que ya nos hemos dado a conocer, y nos invitan a participar y ayudar con sus desafíos.

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Comenzamos con un objetivo que era realizar pilotajes. Pero al poco andar vimos que existían otros temas que la industria minera estaba requiriendo, y nosotros teníamos las herramientas para contribuir con los desarrolladores que estaban trabajando en estos desafíos.

– ¿Cuáles son hoy las áreas o procesos en que están enfocados?

Estamos focalizados en toda la cadena de valor de la minería. Pero entre las áreas que estamos trabajando, o que ya hemos comenzaron a desarrollar, están la digitalización de la minería, el hidrógeno verde, el litio y la descarbonización.

Nuestro deber es hacer disponibles espacios para que los desarrollos e innovaciones, en estos y otros ámbitos se validen, y de esta forma acelerar su inserción en la industria. Estamos contribuyendo a una nueva forma de hacer minería: más eficiente, con menos uso de los recursos hídricos y con mayor conciencia socioambiental.

DESAFÍOS PARA INNOVAR EN MINERÍA

– En una reciente entrevista, Esteban Domic -creador de la Lixiviación TL- dijo que los desarrollos en minería “se producen cuando son extremadamente convenientes o porque el cambio es imperioso” ¿Compartes esa visión?

Sí, concuerdo con eso. Pero también debemos ver la naturaleza de los negocios; al desarrollar una innovación, hay que tener presente sus costos; el opex desafiante no puede ser superior al opex actual. La segunda parte de su comentario es evidente: los cambios cuando son imperiosos u obligatorios se hacen sí o sí. Por ejemplo, hace unos años el costo del agua era muy bajo, pero con el aumento de la demanda y la escasez hídrica, las compañías mineras han tenido que recurrir al agua de mar desalinizada. Ese cambio fue por necesidad.

Pero en mi condición de parte de este mundo de los desarrolladores, debo hacer un mea culpa: muchas veces no llegamos con los modelos de negocio bien desarrollados; nos enamoramos del proceso o de la innovación, y dejamos de lado la parte de los números, que al final del día es por lo que se nos mide.

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Recuerdo al gerente general de una minera que me dijo: “Estoy cansado de informes e innovaciones. Tengo una serie de estudios y desarrollos para mejorar una planta, que si los sumo, ésta debería estar recuperando un 98% (de mineral), pero sigo recuperando el mismo 88%”. Claramente hay ideas e innovaciones; pero todavía nos falta mucho en temas de diseño de experimento y de definición de KPIs que impacten el proceso; que sean capaces de responder a lo que se promete.

– Además de las grandes compañías ¿Qué oportunidades tienen o representan la mediana minería y otros actores del ecosistema, en materia de nuevas tecnologías?

La mediana minería y un porcentaje de la pequeña minería serán fundamentales. Al ser de menor escala, existe mucho más interés por innovaciones que les ayuden a mejorar y aumentar su producción. Pero nuevamente, los costos de implementación y de operación de estas nuevas soluciones deben ser desafiantes de los procesos y de las tecnologías actuales.

Un ejemplo de esto, en el caso de la pequeña minería, es Minera San Pedro. Es una faena ubicada en Til Til, que ha implementado innovaciones, como una planta para producir hidrógeno, que incluye también instalaciones fotovoltaicas. Pero como dice su CEO, Andrés Guerrero: “La innovación debe estar alineada con la sustentabilidad del negocio”.

Otro ejemplo en mediana minería: el holding minero Cemin, que está buscando y realizando pruebas de tecnologías que aporten a desarrollar nuevas formas de procesar sus minerales.

EXPERIENCIA AUSTRALIANA

– Tuviste la oportunidad de vivir en Australia, donde se ha desarrollado una potente industria de proveedores tecnológicos mineros ¿Qué factores viste en ese país, que no están o no se han dado en Chile, para dar mayor impulso a este segmento?

Creo que el primer factor es la confianza que existe en la sociedad australiana, entre empresas mineras, universidades, centros de desarrollo e innovadores. El segundo, son los montos que se invierten en desarrollo de tecnologías, que son del orden de tres, cuatro o más veces superiores a los que se destinan acá.

Además, existe una mirada de largo plazo. Se sabe y acepta que un desarrollo puede tomar diez o más años, y que es una apuesta; pero al mismo tiempo, los desarrolladores están más abiertos a compartir el equity, para que ingresen inversionistas.

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Quizás acá nos falta tener más confianza en el otro. Y creo eso va más allá de los negocios o de la minería; es una actitud de vida.

– ¿Cómo ves el talento innovador chileno, especialmente enfocado en soluciones para minería?

Hay mucho talento; muchos emprendedores que desarrollan y hacen innovación. Me ha tocado ver un gran número de ellos en este último tiempo, más del que me imaginaba, y de gran calidad. Sin embargo, hay algo que falta para que puedan seguir creciendo. Ya dimos un paso con la validación que hacemos en el CNP para algunos de ellos; sabemos lo relevante que es tener un tercero independiente, que valide los resultados. Pero ahora debemos lograr que estas nuevas soluciones sean adquiridas por la industria; que sean atractivas y exitosas al momento de ser puestas en el mercado.

– ¿Cuál consideras que debe ser el rol del Estado y sus organismos?

Creo que el aporte del Estado es fundamental; ha jugado un rol clave para fomentar desarrollo e investigación. Pero desde mi perspectiva, considero debemos hacer un cambio: aumentar los montos de inversión, y avanzar para que la investigación básica dé paso a la investigación aplicada, y desde ahí a productos comercializables de alcance global. Si avanzamos en esa dirección, creo que podremos tener los ansiados unicornios.

Debemos generar soluciones para problemas locales, pero con alcance global.

– Finalmente ¿Por qué optaste por comprometerte con este proyecto y no buscar un cargo más tradicional en la industria minera?

No voy a mentir: busqué oportunidades en la minería más tradicional, pero al parecer no somos compatibles. Y mi compromiso tiene mucho que ver con la visión que existe desde la administración del CNP –tanto a nivel gerencial como del directorio- con respecto a la relevancia que tiene el Centro para potenciar el ecosistema minero nacional.

Además, hemos formado un tremendo equipo, con experiencia, motivado y que vibra con todo lo que hace.