El Ministerio de Minería comandado por Marcela Hernando trabaja a toda máquina para configurar la Empresa Nacional del Litio y así aprovechar el valor que tiene el mineral, definido como estratégico para la lucha contra el cambio climático y la electromovilidad.
Antes de exponer en la Comisión del Senado, la ministra adelantó detalles de la institucionalidad que tendrá la nueva compañía estatal, en una entrevista dada al Diario Financiero. La creación de una entidad pública cobró relevancia luego de la fallida licitación internacional impulsada en el gobierno del exPresidente Sebastián Piñera, y más aún cuando la Corte Suprema falló en favor de los recursos de protección presentados por la Comunidad Atacameña de Coyo y la Comunidad Atacameña de Camar.
La decisión, que dejó fuera del negocio a la firma china BYD y la Servicios y Operaciones Mineras del Norte, elevó el interés de inversionistas por entrar al negocio del litio en el país y conocer cómo operará la compañía estatal. Chile tiene el 51% de las reservas mundiales de litio en forma de salmueras, en un momento en que la tonelada de carbonato de litio se cotiza en un nivel histórico de US$ 60.000, pese a temores del mercado de una brusca caída del precio por sobreoferta, como ya alertó el banco de inversión Goldman Sachs.
En la entrevista, la Ministra Hernando se refirió al modelo de negocios que tendría la estatal. «Teniendo en cuenta los avances tecnológicos existentes en el sector empresarial y el aporte que pueden hacer al respecto, consideramos necesario contemplar dentro de las opciones la asociación público-privada», dijo. «Estamos abiertos a que la Empresa Nacional del Litio pueda tener participación privada, pero donde el Estado sea el accionista principal», precisó. Y sobre quién estaría a cargo del proceso productivo señaló lo mismo: «Consideramos que, tanto en la exploración, explotación como en el procesamiento del litio puede asociarse con privados, pero siempre teniendo el control la Empresa Nacional del Litio», reiteró, pero agregó que no se negarán a priori a ninguna alternativa.
En cuanto al cuidado de los salares andinos, la Ministra relevó la importancia que deberá tener la institucionalidad y la gobernanza para que se vele por la importancia de mantener los ecosistemas. «Hoy existen nuevas tecnologías que no provocarían el daño que produce la obtención de litio por evaporación en piscinas y la vigilancia a través de estudios hidrogeológicos, ambientales y comunitarios», explicó.
Sobre la participación de los pueblos originarios y comunidades y dado a cómo se dio el proceso de licitación, Hernando recordó que el diálogo se dará dentro del marco normativo existente, el convenio 169 de la OIT y el acuerdo de Escazú, y que se tendrá en cuenta lo que se establezca en la nueva constitución. «Actualmente, estamos trabajando en una propuesta de modelo de vinculación con las comunidades, que deberá ser consensuado con todos los actores del territorio y transformarse en una práctica de relacionamiento permanente», agregó.
En el caso de que el precio del litio baje, tal como lo pronosticó Goldman Sachs, la ministra recordó que se trata de un proyecto a largo plazo y estratégico. Al respecto, señaló: «El litio es un boom para varios años y la Empresa debería operar antes del término del boom. El proyecto es, además, un compromiso del programa del Presidente Boric y tiene que ver con una mirada estratégica del país y la importancia que tiene el litio en la transición de energías fósiles a energías renovables».