Para el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, la propuesta del Gobierno para un nuevo royalty «profundiza los errores cometidos en la Cámara y que se habían solucionado parcialmente en el Senado». El proyecto propone la creación de un mecanismo híbrido, que incluye un cargo sobre las ventas de cobre de entre 1% y 4%.
En una entrevista dada a El Mercurio, Villarino explicó que el instrumento no considera las diferencias de costos que existen entre las empresas, por lo que golpea a las firmas que manejan yacimientos de menores márgenes y pone en riesgo proyectos que en general, son económicamente marginales.
Para el ejecutivo, el proyecto de royalty no es razonable. «Nuestra carga tributaria va a subir 15 puntos, de los actuales 39-40% a un 50-55% en promedio, lo que está fuera de toda competitividad. El Gobierno partió construyendo el proyecto por el techo y no por los cimientos, estableció que tenía que recaudar 0,5% del PIB y a partir de ahí construyó el andamio sin saber si los cimientos iban a ser capaces de soportar ese techo», opinó. «Creemos que esto le va a provocar un daño tremendo al sector, por lo que esperamos que en la Cámara y el Senado tengan una visión de mediano y largo plazo para corregirlo», agregó.
En la entrevista, Villarino además aseguró que los argumentos dados por expertos técnicos no fueron tomados en cuenta. «Se expuso esto en la comisión de Minería y los senadores, de manera transversal, entendieron los efectos de poner un ad valorem alto, después de múltiples exposiciones de expertos y técnicos. Este proyecto genera inviabilidad para los proyectos económicamente más marginales y muchos problemas para proyectos en operación, les pone un gravamen a proyectos que dejará una rentabilidad muy marginal, lo que desincentiva la inversión en el largo plazo», explicó.
En este escenario, el presidente del Consejo Minero prevé que en el mediano y largo plazo disminuirá la recaudación ante la baja en la actividad minera. «Con estas cargas tributarias la industria chilena se vuelve poco competitiva, por lo que habrá migración de inversiones. No es que se vayan las compañías que están operando, sino que deciden invertir sus recursos en distritos que sean más competitivos, lo que es relativamente razonable», detalló. Y añadió que pese a que según el Gobierno los retornos seguirán siendo atractivos para el sector, que están en torno a un 15%, eso no ocurrirá en todos los yacimientos mineros. «Lo que me parece más sorprendente es que sea el Estado el que determine la tasa a la que se evalúan los proyectos, eso sí que es de una economía centralmente planificada. Estos son proyectos con rentabilidad variable porque el precio de venta no está garantizado por el Estado, por lo tanto es poco probable que ese 15% se verifique», dijo.
Al finalizar, Villarino opinó: «La función de los gobiernos es tener una mirada global, aquí hace falta un panorama completo para que se vea la carga completa que están teniendo los sectores productivos, y con esa visión global, tomar decisiones sobre incrementos de carga. Se está recaudando por muchas partes y existen suficientes antecedentes para pensar que un uso más eficiente de los recursos sea mejor que un engrosamiento de las arcas fiscales; se debe eficientar el gasto, el sector público está en deuda. Tuvimos una reforma tributaria hace 4-5 años, que recaudó la mitad por la disminución de la actividad económica básicamente, y no vimos un cambio sustancial en la calidad de vida de los chilenos».