Nicolás Goldstein, presidente ejecutivo de Accenture Chile, habla directo y claro: “Todas las industrias deben apuntar hoy hacia estrategias corporativas que tengan como base las nuevas tecnologías. Quienes no avancen hacia la inteligencia operativa, no podrán mantenerse competitivos en el futuro e incluso podrían desaparecer”.
En el caso específico de la industria minera en Chile, sostiene que debe enfocar su camino hacia la Industria X; es decir, en encontrar la combinación adecuada de tecnologías que permitan la transformación digital integral de la empresa. Pero este logro requiere abordar otra fundamental tarea: preparar a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías. “Si la industria minera avanza hoy en la adopción estratégica de nuevas tecnologías y en la capacitación de sus colaboradores para trabajar con ellas, se podrían agregar US$2.800 millones al PIB de Chile hacia el año 2030”, destaca.
Nicolás Goldstein es Licenciado en Administración de la Universidad de Buenos Aires y posee un MBA de Hass School of Business de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos. Previo a su llegada a Accenture, se desempeñó en cargos de alta responsabilidad en empresas del rubro aeronáutico, sector financiero y de consultoría estratégica en varios países de América y Europa. Además, ha sido profesor en la Universidad de Buenos Aires (Argentina), en la Universidad de Berkeley (USA) y en la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile).
“La tecnología dejó de ser una preocupación solo del departamento de TI; es un tema de directorio, y desde la cúspide debe expandirse a través de toda la empresa”, señala en entrevista, en la cual nos entrega su mirada y recomendaciones para que la industria minera en Chile avance en esta transformación y obtenga los frutos que ofrece.
– ¿Cómo te fuiste vinculando con la innovación y el aporte de las nuevas tecnologías a lo largo de tu trayectoria?
La innovación es parte importante de los negocios, por lo que durante toda mi vida profesional he estado ligado a ella. Sin embargo, desde que asumí como CEO de Accenture Chile, he visto aún con más fuerza su relevancia para impulsar la competitividad de las empresas.
Hoy todo negocio es tecnológico, y sin la digitalización y la inteligencia operativa ninguna compañía podrá prosperar en el futuro.
– Esto parece avanzar cada vez más rápido ¿Los que no se suban a este carro estarán condenadas a quedarse atrás?
Así es. Hoy la tecnología es la base de la competitividad, ya que permite a las empresas avanzar en los objetivos clave: productividad, efectividad, potenciamiento del talento humano y para avanzar en los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa, por sus siglas en inglés).
INTELIGENCIA OPERATIVA
– ¿A tu juicio cómo se logra que el surgimiento nuevas soluciones no sean solo casos aislados, sino que exista un ambiente que permita su florecimiento, que este sea perdurable y sus frutos sean apreciados por el mercado?
Las empresas chilenas han adoptado durante mucho tiempo las nuevas tecnologías en silos o para proyectos específicos. Pero la única forma de capturar el valor total de la digitalización es con la adopción de las nuevas tecnologías a escala, a través de todo el negocio. ¿Por qué es importante? Porque así las organizaciones crecen más.
Un estudio reciente de Accenture mostró que las empresas que iban por delante en su transformación digital cuando se produjo la pandemia de Covid, fueron capaces de cambiar de rumbo más rápida y eficazmente, porque tenían una visión clara y precisa de la situación. Y siguen creciendo más que sus pares, concretamente: cinco veces más.
– ¿Esta mirada está presente en el mundo de los negocios y en el ecosistema minero de Chile? ¿Cómo se puede fomentar?
No hay duda de que la minería chilena ha avanzado de forma importante en la adopción de nuevas tecnologías. Sin embargo, el desafío ahora es ir más allá de la industria 4.0, la cual se basaba netamente en la digitalización de los procesos. La industria minera tiene hoy el reto de avanzar hacia la Industria X, es decir, la inteligencia operativa.
La Industria X consiste en encontrar la combinación adecuada de tecnologías que permitan la transformación digital integral de las empresas. La adopción integral de avances como la realidad virtual y aumentada, los macrodatos, el aprendizaje automático, la informática móvil, los vehículos autónomos y los robots autónomos, puede permitir a las empresas obtener una capitalización de mercado adicional de más de US$6.000 millones en promedio, de acuerdo con estudios recientes que hemos realizado.
Conseguir la combinación adecuada de tecnologías permite a las compañías mineras transformar de forma eficiente y eficaz sus modelos operativos, así como sus cadenas de producción y de valor.
– ¿Cómo evalúas el talento innovador nacional?
Chile cuenta con un importante talento en la industria minera. Sin embargo, aún falta preparar a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías.
En la empresa X existe una capacidad cultural a través de toda la organización para actuar con rapidez, concentración y agilidad, para satisfacer las necesidades y aprovechar las oportunidades. Para lograr esto, preparar a las personas es clave.
Y la ‘oportunidad’ que tiene la minería chilena es grande. De acuerdo con un estudio que hicimos junto con País Digital, si la industria minera avanza hoy en la adopción estratégica de nuevas tecnologías y en la capacitación de sus colaboradores, para trabajar con ellas, se podrían agregar US$2.800 millones al PIB de Chile hacia el año 2030.
– ¿Consideras que la industria minera está apostando por esto, por los menos en algunas áreas? ¿Qué frenos persisten?
La industria minera chilena está apostando fuertemente por la innovación, pero reitero que aún en silos y con foco en la digitalización. Tenemos el desafío de avanzar hacia la adopción a escala, en conjunto con una estrategia enfocada en alcanzar la inteligencia operativa.
LOS DATOS SON FUNDAMENTALES
– ¿En qué ámbitos adviertes que se están generando o podrían dar innovaciones disruptivas, que impactarán de alguna forma a la industria minera?
Las nuevas tecnologías tienen el potencial de transformar la industria minera, si es que se adoptan de forma integral y con foco en la inteligencia operativa. Los datos son fundamentales para entender el comportamiento de los procesos, identificar patrones de funcionamiento, detectar dónde están los cuellos de botella, calcular la variabilidad, predecir la calidad y los fallos de los activos, y para el análisis de las causas raíz. Absolutamente todos los procesos unitarios de la minería se beneficiarán de las tecnologías de análisis de datos, automatización e inteligencia artificial (IA).
Por ejemplo, en la perforación, se pueden capturar muchos más datos que antes, sobre la dureza de la roca -basada en el par de torsión de la perforación y la composición de la roca-, utilizando nuevos instrumentos capaces de caracterizar el mineral. Después de la voladura, la fragmentación puede analizarse mediante el procesamiento de imágenes, utilizando drones o midiendo la distribución del tamaño de la roca dentro de la pala. De esta forma mejoran las posibilidades de optimizar la fragmentación y seleccionar el mineral que se introducirá en las plantas de concentración; esto forma parte del concepto de minería de precisión.
En cuanto a la inteligencia artificial, las áreas en las que se puede aplicar son múltiples. La planificación de la producción, el envío de flotas, el control de procesos, la previsión de la calidad, la validación de datos de instrumentación, la creación de sensores virtuales, la predicción de fallos de activos, la sincronización de varias plantas y la optimización de la mezcla de productos, son algunas de sus aplicaciones. En todos los casos, se puede medir la realización del valor.
– ¿Que tienen que hacer las compañías mineras para aprovechar bien toda esta información?
Para capturar el valor de las nuevas tecnologías, la industria minera chilena debe definir una hoja de ruta de transformación basada en los datos, donde se analizan todas las posibles aplicaciones de la IA en varias dimensiones clave: operaciones, mantenimiento, gestión de activos, logística y recursos humanos, por nombrar algunas. A continuación, se priorizan los proyectos y su implementación. Uno de los primeros pasos en este proceso es la definición de la plataforma de análisis de datos, la cual recogerá la data en un lago de datos, y suministrará herramientas de análisis para extraer conocimiento.
Parte de la hoja de ruta de la transformación basada en los datos implica la creación de una infraestructura, con la participación de edge computing y la nube, para recoger todos los datos necesarios para cada programa prioritario.
HOY TODO NEGOCIO ES TECNOLÓGICO
– ¿Qué importancia tiene contar con equipos diversos para fomentar la innovación? ¿Basta con eso o se necesitan transformaciones más a fondo, culturales?
La diversidad es parte de una transformación cultural más amplia. Hoy las empresas que no cuentan con equipos humanos inclusivos y diversos no pueden prosperar. Pero el cambio cultural más amplio implica capacitar a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías, e inculcar a través de toda la organización que hoy todo negocio es tecnológico.
La tecnología dejó de ser una preocupación solo del departamento de TI; es un tema de directorio, y desde la cúspide debe expandirse a través de toda la empresa.
– ¿Cómo hace Accenture para estar en la cresta de la ola en estos temas? ¿Cuán desafiante es para ustedes como compañía?
El gran secreto está en el valor 360° que ofrecemos a nuestros clientes. A través de las nuevas tecnologías ayudamos a entregar valor a todos sus stakeholders (clientes, socios, inversionistas, empleados y la sociedad en general). Parte fundamental de esta estrategia es la medición, por eso ofrecemos herramientas que entregan a las industrias y sus stakeholders una visión completa de las metas, el progreso y el rendimiento en sus objetivos financieros y ambientales, sociales y de gobierno (ESG).
El desafío como compañía -así como lo es para todas las empresas- es siempre adelantarse al futuro. Y en eso, las nuevas tecnologías son clave.