Por José Fuentealba, Sales Manager de InterSystems Latam
La minería, como todos los ámbitos de trabajo, no se puede quedar atrás en cuanto a las modernizaciones laborales y, menos aún, en buscar opciones sostenibles para optimizar los los procesos y disminuir el impacto que genera en el medio ambiente . Son tiempos donde la tecnología va a la par de cada cambio y donde los sistemas ecológicos no solo se recomiendan, si no que se exigen.
Para poder progresar en esta materia y saber cuál es el impacto que está teniendo la minería en el ecosistema, es primordial que las empresas tengan el conocimiento de la posición en la que están para saber cómo proceder. La información del uso de recursos estratégicos como el agua o de la generación de contaminantes se encuentra a lo largo y ancho de todo el proceso productivo minero y es transversal a los silos de información que actualmente existen. No es una labor simple responder a preguntas como: ¿Cuánta agua utilizamos hoy?, ¿Cuál es su origen? o ¿Cómo fue tratada después de ser usada?. La ya conocida frase: “no se puede gestionar lo que no se puede medir”, implica un desafío importante en este tipo de procesos transversales a la operación.
«Como industria debemos separar la innovación del riesgo, no son sinónimos y, aún cuando pueden llegar a tener relación, es posible generar procesos de innovación sin aumentar el nivel de riesgo que nuestras operaciones enfrentan en el día a día».
Es por esto que la minería sostenible necesita de datos saludables, o Healthy Data, para que se sintetice este tipo de información y los gestores la procesen para poder actuar al respecto. En este contexto, debemos comprender la importancia de los datos en minería que se caracterizan por ser la fuente de información para la construcción de una minería sostenible. Para eso es necesario la utilización de datos limpios, homologables, normalizados, auditables y trazables. Independientemente de su origen, deben tener la calidad suficiente para poder tomar decisiones sobre ellos.
El déficit o inexistencia de datos e información saludable, relevante y conectada, no sólo afecta a estos procesos de ejecución, sino a toda la cadena productiva. Es claro en la industria minera que su nivel de evolución requiere un salto cualitativo en el manejo de los datos, el ecosistema de procesos, aplicaciones, dispositivos y gestores,. Si queremos tener gobernanza de nuestros datos, si queremos contar con información en línea de procesos transversales y lograr administrar este nivel de complejidad enfrentado el entorno completamente móvil, es imprescindible una plataforma de datos cuya función sea proveer de esta gobernanza y de las funcionalidades que permitan e implementen información saludable, trazable, auditable, y por sobre todo adaptable a los nuevos desafíos.
Como industria debemos separar la innovación del riesgo, no son sinónimos y, aún cuando pueden llegar a tener relación, es posible generar procesos de innovación sin aumentar el nivel de riesgo que nuestras operaciones enfrentan en el día a día.