El gerente general y vicepresidente de Operaciones de esta faena del grupo Antofagasta Minerals nos comenta el avance del proyecto INCO, inversión de US$2.200 millones que se encuentra en su etapa final. También nos adelanta otros planes de esta compañía, orientados a que sea más eficiente y sustentable.
La localidad de Salamanca, en la Provincia de Choapa, fue el lugar elegido este año por Sonami para conmemorar el Día del Minero. En esa zona se ubica uno de los principales yacimientos de cobre del país: Compañía Minera Los Pelambres, del grupo Antofagasta Minerals.
Por este motivo y dada la relevancia de esta faena para el desarrollo de esta comuna, Alejandro Vásquez, su gerente general y de vicepresidente de Operaciones estuvo presente y fue uno de los anfitriones de la jornada. Aprovechamos esta instancia para conversar con él sobre el presente y los planes futuros de esta compañía. Acá te lo contamos.
– Pelambres está finalizando uno de los proyectos más importantes, tanto para el grupo Antofagasta Minerals, así como para la industria minera: INCO. ¿En qué etapa está? ¿Cuánto queda para que finalice?
Es un proyecto que a nosotros nos entusiasma mucho y que está en la etapa final, de comisionamiento; después viene el ramp up, para llegar a los valores que están comprometidos en este proyecto.
En lo que es la planta desaladora, ya partió el comisionamiento. En el primer mes tuvimos 50 lts/s, el segundo mes del orden de 160 lts/s, y ya estamos sobre los 200 lts/s este tercer mes. De hecho, en la última semana estuvimos del orden de los 390-395 lts/s, lo cual nos tiene muy contentos (INCO considera 400 lts/s) .
La segunda parte de este proyecto es la ampliación de la planta concentradora.
– Con una nueva línea de molienda…
Es una nueva o ‘media línea’, porque tiene un SAG y un molino de bolas. No es completa, no cuenta con un segundo molino de bolas, ni tampoco tiene una planta de chancado de pebbles; ahí quedaría como una línea completa, que obviamente en el futuro pensamos hacerlo.
Esta planta absorbe la mayor dureza de este yacimiento en profundidad y por lo tanto necesitamos tener esta mayor capacidad de molienda. Está en la etapa final, y nosotros esperamos que de aquí a fin de año estemos ya en el comisionamiento completo. La verdad es que parte del comisionamiento ya lo estamos haciendo y deberíamos estar partiendo el ramp up, para ya en el primer semestre o trimestre del próximo año haber llegado a nuestra capacidad de proyecto.
– ¿Esto en qué se traduce en materia de producción de cobre para Los Pelambres?
La producción de cobre se mantiene. Como mencionaba, la primera parte, que es agua desalada, es para una minería más sustentable: es reemplazar aguas continentales y además poder absorber el déficit hídrico que tenemos a nivel de la Región de Coquimbo, y con eso poder usar nuestro activo a su máxima capacidad.
La segunda parte, que es la capacidad molienda, es para absorber más dureza. Por lo tanto, si bien aumentamos un el tph diario, es muy poco. Principalmente lo que hace esta línea molienda es no perder capacidad y mantenernos del orden de las 300.000 ton de producción de cobre al año; levemente de ahí hacia arriba.
– ¿Es lo que prevén para este año y a mediano plazo?
Exactamente. Nosotros debiéramos movernos como compañía entre las 300.000 y las 400.000 ton de cobre (anuales).
– ¿De qué magnitud es la inversión que requirió INCO?
Este proyecto, obviamente, incrementó un poco su presupuesto. Se construyó durante la pandemia Covid, lo que fue algo no menor. Yo creo que las compañías -como la nuestra- que logramos mantener el nivel de demanda, para construir este tipo de proyectos, me refiero a demanda de trabajadores, fue algo importante. Me siento muy orgulloso de lo que hizo Pelambres, de poder en un periodo de pandemia mantener la construcción de INCO. Eso fue relevante para nosotros, fue relevante también para la Región y creo que para el país.
Prácticamente es una inversión sobre los US$2.200 millones, que es lo que va a costar en su totalidad cuando terminemos.
GENERACIÓN DE EMPLEO Y MAYOR PRESENCIA FEMENINA
– ¿Cuál es el impacto en términos del trabajo directo que genera Pelambres y también su aporte a la Región de Coquimbo?
Es tremendo. Nosotros tenemos en el peak más de 6.000 trabajadores, en forma simultánea… Más del 30% son empleados locales, y por lo tanto creemos que el nivel de impacto que ha tenido INCO ha sido enorme, sobre todo en un período complejo para la economía y el país. Creemos que fue un pilar fundamental, por lo menos para el Valle de Choapa y en la Región de Coquimbo.
– ¿A cuánto asciende la participación femenina en la faena?
El año pasado la participación femenina en Pelambres fue de un 22,6%; partimos con un 8% o 7% en 2018, hemos tenido un crecimiento importante. Para 2025 nuestro compromiso es llegar al 30%. Nosotros nos hemos farreado como minería el 50% del talento de este país; hoy en día todos queremos crecer (en número de mujeres), queremos captar ese conocimiento y tener una operación más diversa, porque una compañía más diversa también es más sustentable en el largo plazo.
– Al respecto ¿Cuáles son los planes de crecimiento de Pelambres y de qué dependen?
Más que crecer en producción, nosotros ya presentamos la última adenda del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto PAO (Proyecto de Adaptación Operacional), que busca traer otros 400 lts/s de agua desalada, para completar el make up o el agua que nosotros le reponemos al proceso como agua fresca para poder operar; eso nos permitiría estar sobre el 90% de agua desalada en nuestros procesos, y eso muy bueno.
Creemos que más que aumentar producción, es crear una minería más sustentable. Con el PAO son otros 400 lts/s (de agua desalada adicionales), y un concentraducto, sacándolo lo más alejado posible de la población, del Valle.
Finalmente el proyecto EVU (Extensión Vida Útil) que nos permitirá ampliar nuestra depositación de relaves y llegar -con la operación- más allá de 2050. No es incremento de capacidad de tonelaje. Me encantaría poder decir que sí, porque obviamente cuando uno crece también crea nuevos empleos, de alta calidad.
Mi esperanza es que en el futuro seamos capaces de proyectar algún crecimiento de Pelambres.
DE TROLLEYS A CAMIONES ELÉCTRICOS
– ¿Qué otras iniciativas están llevando a cabo para hacer de Pelambres un ejemplo de minería sustentable e innovadora?
Primero, hoy en día Pelambres y todas las minas del grupo Antofagasta Minerals -Centinela, Antucoya y Zaldívar- tienen una matriz energética 100% renovable, lo que nos tiene muy orgullosos.
Junto con eso, estamos buscando alternativas tecnológicas que nos permitan descarbonizar cada vez más nuestra minería. Nosotros vamos a partir este año la construcción de la infraestructura para hacer un piloto de trolley en la mina, para que después logremos iluminar al menos un 20% o un 30% con trolleys el rajo.
– ¿Camiones que ocupan pantógrafo?
Exacto, con pantógrafo, con cables (eléctricos). Pero eso permite tener una segunda derivada: queremos ir al camión eléctrico. Y el camión eléctrico necesita recargarse, entonces los pantógrafos sirven para movilizarte mejor, no consumir petróleo -sobre todo subiendo, que es donde más gastas- y además permite recargar las baterías. Es un proyecto muy emblemático que estamos trabajando para ser cada vez más sustentables.
Estamos trabajando, además, en otras tecnologías importantes, como es la parte de robótica, en el cambio de revestimientos, un área crítica y de alto riesgo. También mucho trabajo de data analítica, de inteligencia artificial en nuestros procesos, que nos permitan ir avanzando cada vez hacia una minería más eficiente.