El proyecto, desarrollado junto a Fundación Chile con el apoyo del centro de innovación acuícola AquaPacífico y la Universidad Andrés Bello, consiste en el cultivo de especies de macroalgas que tienen una capacidad potencial de absorción de emisiones de carbono cincuenta veces más potente que algunos ecosistemas terrestres. De este modo, la compañía podría compensar de manera voluntaria emisiones de CO2 que no son posibles de eliminar mediante la tecnología existente en la actualidad.
La iniciativa fue presentada este martes en el seminario Perspectivas del Carbono Azul en Chile, que contó con exposiciones de expertos nacionales e internacionales, académicos, ejecutivos y representantes del Gobierno.
«Quisiera felicitar a Anglo American y Fundación Chile por atreverse a innovar y atreverse a trabajar con ciencia, y también por plantear estos desafíos que son globales. Necesitamos una industria que esté comprometida con el cuidado del medio ambiente, que reconozca el valor de los procesos sociales, que avance en reducir desigualdades y este tipo de iniciativas apuntan en esa dirección», dijo la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry.
El vicepresidente de asuntos corporativos y sustentabilidad de Anglo American, Juan Pablo Schaeffer, explicó que esta investigación refleja la manera en que la compañía aporta al país. «Nuestra meta es alcanzar la carbono neutralidad a 2040 y uno de los caminos que estamos siguiendo para lograr este objetivo es la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, como el Carbono Azul, que protegen o rehabilitan ecosistemas naturales y los gestionan de una manera sostenible», afirmó Schaeffer.
Desde Fundación Chile destacaron la importancia de este piloto. «Nos parece clave explorar de manera colaborativa iniciativas innovadoras y basadas en la naturaleza para enfrentar el cambio climático. Estamos felices de ser parte de este proyecto y de promover encuentros como el de hoy, donde profundizamos junto a los más destacados expertos nacionales e internacionales en el alcance del Carbono Azul», expresó el gerente general de Fundación Chile, Hernán Araneda.
La directora ejecutiva de AquaPacífico, Claudia Soto, agregó que esta iniciativa representa una gran oportunidad para que el país se proyecte como generador de bonos de Carbono Azul. «Esto no solo orientado a las empresas que deseen mitigar sus emisiones y alcanzar la carbono neutralidad, sino también en contribuir a la restauración y conservación de los ecosistemas marinos. En ese sentido, este programa coincide plenamente con las capacidades tecnológicas de AquaPacífico y sus socios estratégicos», aseguró.
Además de la captura de carbono, este proyecto contribuye a restaurar ecosistemas marinos degradados, generando beneficios para la biodiversidad y también para las comunidades que se dedican a actividades relacionadas con el mar.
El proyecto contempla el desarrollo de tres etapas. La primera consistió en la producción de plántulas en un laboratorio en la zona, durante octubre de 2023. La segunda etapa comenzó la primera semana de noviembre del año pasado, con la plantación de las algas en el mar y la estimación del carbono en los fondos marinos. Y la última fase se iniciará en febrero de 2024, cuando se logre la primera cosecha de algas, lo que permitirá determinar el nivel de CO2 que la plantación es capaz de absorber.
Esta cosecha generará, además, un producto denominado biocarbón, que puede ser utilizado para la restauración de ecosistemas terrestres o suelos agrícolas. «Nuestro aporte en la generación de biocarbón a partir de macroalgas pardas, permite conocer el almacenamiento y secuestro de CO2 a través de este biomaterial recalcitrante como ha sido evaluado en otros sustratos», contó la Dra. Loretto Contreras-Porcia, líder del laboratorio LEBMA de la Universidad Andrés Bello.