Con un foco científico, el Ministerio de Ciencias, Tecnología Conocimiento e Innovación, a través del Comité Científico de Cambio Climático y por encargo del Ministerio de Medio Ambiente, presentó el informe “Desalinización: oportunidades y desafíos para abordar la inseguridad hídrica en Chile”.
Gran parte de la zona centro y sur del país acarrean una sequía que comenzó hace 15 años. Lo anterior ha implicado buscar soluciones para satisfacer la demanda de consumo de agua tanto de consumo de personas como de industrias.
Es por eso que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, a través del Comité Científico de Cambio Climático y por encargo del Ministerio de Medio Ambiente, presentó este martes el informe Desalinización: oportunidades y desafíos para abordar la inseguridad hídrica en Chile durante el seminario internacional homónimo que tuvo lugar en Santiago y una segunda versión en Valparaíso.
La Ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry Resaltó tres logros del estudio de desalinización: “el primero es la coordinación interministerial, donde los ministerios de Ciencia y Medio Ambiente pudieron trabajar de la mano en un problema y desafío común; el segundo es el desafío de vincular el conocimiento científico con el desarrollo de las políticas públicas de manera efectiva, estrecha y directa; y el tercero es el de la coordinación de la academia con el sector privado y la sociedad civil, un espacio que no se da frecuentemente. Consolidar el desafío con esta diversidad de miradas, permite que las propuestas, las oportunidades y desafíos son ricas en su contenido y, por lo tanto, posibles de implementar”.
“El desafío que tenemos es gigante”, dijo la Ministra de Obras Públicas, Jessica López, quien también estuvo presente en el encuentro, puntualizando que si “se completa la planificación vigente a nivel de proyectos de desalinización, se pasaría a una capacidad de 40.000 l/s en 76 plantas”, lo cual, cuadriplica los niveles actuales.
El investigador experto en el área y coautor del informe, Sebastián Vicuña enfatizó que no todos los problemas se relacionan con una escasez hídrica por sí sola, sino que a nivel de demanda del consumo de agua. Asimismo, que no toda el agua desalinizada debe provenir del mar, sino que puede ser a través de ciertos acuíferos. En cuanto a sus usos, pueden ser variados y respecto al proceso de desalinización también existe un abanico de alternativas con diferentes costos asociados.
“La concentración principal de las plantas es en Antofagasta y Atacama, con foco en minería y el sector sanitario. Como se proyecta una cuadruplicación de la desalinización en Chile, comenzarían nuevos usos industriales, en consumo de personas”, aseguró.
Por su parte, el presidente de la Asociación Chilena de Desalinización (ACADES), Carlos Foxley, destacó que “el informe es una buena iniciativa y reconoce a la desalinización como una alternativa para enfrentar la escasez hídrica de nuestro país. Ahora tenemos que profundizarlo y trabajar en paralelo para enfrentar la emergencia inmediata que tenemos en muchos lugares de Chile”.
Además, puso el ejemplo de Israel, país que tiene 400 km de costa (como Santiago a La Serena), y con la mitad de la población comparativamente, pero que produce cuatro veces más agua desalinizada que Chile. “Se requiere trabajar en la confianza y reputación en este sistema. El Estado debería hacer un trabajo en esa línea”, aseguró.
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