Informes de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) señalan un incremento significativo en el uso de agua de mar y electricidad, subrayando cambios estructurales y retos de sostenibilidad en la industria.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) reveló las principales conclusiones de los informes «Proyección de Consumo de Agua y Electricidad en la Minería del Cobre para el periodo 2023-2034». El evento, llevado a cabo en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central de Chile, contó con la presencia de autoridades del sector minero, académicos y estudiantes.
El vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Joaquín Morales, destacó la relevancia de estos estudios, señalando que son «trabajos estratégicos que elabora la Institución hace 10 años y que tienen una importante gravitación en el sector ya que son insumos críticos fundamentales para el desarrollo de la actividad minera». Añadió que entender el consumo futuro de agua y energía es esencial para la formulación de políticas públicas y para evaluar los esfuerzos de las empresas hacia la sostenibilidad.
Proyecciones de Consumo de Agua
El analista Sergio Verdugo indicó que para el año 2034 se espera que la demanda de agua en la minería del cobre alcance los 23,7 m³/s, lo que representa un incremento del 30,9% respecto a 2022. Este aumento se debe al cambio en la matriz de producción hacia minerales de sulfuros, que requieren más agua para su procesamiento, y a la disminución en las leyes de los minerales de cobre, que también incrementa la necesidad de agua.
Verdugo detalló que la demanda de agua de origen continental disminuirá en un 39,0%, alcanzando los 7,15 m³/s en 2034. En contraste, la demanda de agua de mar aumentará significativamente, llegando a 16,53 m³/s, un aumento del 157,0% respecto a 2022. «Se espera que al 2034 el agua de mar represente el 69,8% del abastecimiento de agua para suplir la demanda por parte de la minería del cobre», precisó.
Proyecciones de Consumo de Electricidad
Ronald Monsalve, analista de Cochilco, presentó los resultados del informe sobre el consumo de electricidad, señalando que la demanda crecerá de 26,0 TWh en 2023 a 34,2 TWh en 2034, un incremento del 31,4%. Este aumento, superior al 20,7% proyectado para la producción de cobre, se debe a cambios estructurales en la matriz productiva, incluyendo un aumento en la producción de concentrados a expensas de los cátodos.
Monsalve explicó que el proceso de concentración será el mayor consumidor de electricidad, requiriendo 20,2 TWh en 2034, lo que representa el 58,9% del total. También destacó el consumo energético para desalación e impulsión de agua de mar, que pasará de 2,98 TWh en 2023 (11,4% del total) a 6,5 TWh en 2034 (19,0% del total), convirtiéndose en el segundo proceso de mayor consumo eléctrico.
Estos informes subrayan la importancia de la planificación y la innovación en la gestión de recursos para asegurar la sostenibilidad y eficiencia de la minería del cobre en Chile.