El socio de Aurys Consulting señala que si bien la gran minería es la industria del país que está avanzando más rápido en la adquisición del modelo circular, «aún se encuentra en etapa inicial”.
Para que la economía circular se implemente en una empresa existen tres niveles en los que hay que avanzar de manera conjunta y simultánea. El primero tiene que ver con un nivel estratégico, es decir, si las compañías no integran los conceptos de la economía circular o de ESG en la estrategia de negocio, será muy difícil que avancen a la velocidad que se requiere. «En el caso de la gran minería se está dando, y esto se debe a que la sociedad es cada vez más demandante. La incorporación de estas estrategias, hace que la minería pueda integrarse de mejor manera en la comunidad”, explica Emilio De Giacomo, socio de Aurys Consulting.
Añade que el segundo nivel de implementación de la economía circular tiene que ver con el desempeño: “Cómo hacemos que lo que nos planteamos en la estrategia, se transforme en acciones y resultados concretos. En este punto hay dos dimensiones donde hay avances dispares. Una tiene que ver con los proyectos, con las iniciativas, con las acciones específicas que las compañías tienen que desarrollar y donde se ha avanzado fuertemente. Y la otra dimensión tiene que ver con las métricas, donde estamos un poco más atrás, y hay un espacio importante de mejora”.
El tercer nivel de implementación, son las capacidades, motivación y competencias de las personas. «Hemos visto que las mineras están trabajando en educar a sus trabajadores y también a sus familias, sobre la importancia de hacer ‘circularidad’ mediante programas de educación. Es decir, entender el para qué y cuáles son los beneficios del reciclaje».
Puntualiza que para lo anterior, «en las organizaciones debe haber personas que tengan la orientación, la visión y la actitud hacia la economía circular, para que todo funcione”.
Residuos industriales
–¿Dónde están los avances y desafíos en materia de reciclaje y gestión de residuos de las mineras?
Antes que todo, aclarar que nosotros hablamos de desperdicio, porque el residuo es un tipo de desperdicio. Hay desperdicios por el mal uso de recursos o por su el sobreuso.
Entonces, en las mineras tenemos los desperdicios comunes de la operación de cualquier negocio, como por ejemplo botellas plásticas. Después, los desperdicios industriales, que son los propios de cualquier actividad. Y luego los desperdicios mineros, que tienen que ver con los que genera esta actividad, como relaves y otros movimientos de materiales.
En el primero caso, por ejemplo con las botellas plásticas, las mineras han eliminado su uso, reemplazadolas por dispensadores de agua. En cuanto a desperdicios industriales, como los neumáticos, las empresas están ejecutando medidas concretas no sólo para su reciclado, sino que además, con la separación del caucho y el acero que los componen, y su posterior reutilización en bolas de molienda.
Finalmente, uno de los grandes desafíos que tiene la minería en este ámbito, tiene que ver con los residuos o con los desperdicios propios de su operación. Y aquí hablamos de los relaves, de los botaderos. Existen iniciativas más aisladas, más complejas y cuyo impacto es mayor. Hay algunas iniciativas vinculadas con reprocesamiento de relaves históricos, para procesar y extraer minerales.
-¿Cómo cuidan las empresas su rentabilidad al implementar la economía circular?
Primero, la economía circular debe ser entendida como parte del negocio. Con una mirada orientada a buscar resultados en distintas dimensiones, no sólo económicos, sino que también ambientales y reputacionales. Además, debe contemplar la colaboración entre cliente y proveedor; no se llegará a ningún lado si la visión es siempre ‘que uno gana y el otro pierde’. Tenemos que avanzar hacia una mirada mucho más colaborativa, donde se deje atras la visión de contraposición de intereses, por una lógica de conjunción de intereses.
-¿Cómo se integra la circularidad en los procesos de las empresas mineras?
La circularidad tiene que estar integrada en la estrategia de negocio; no es un área de la organización la que se debe que hacer cargo, sino que se tiene que implementar con acciones en cada uno de los procesos, para así cambiar la forma cómo se hacen las cosas. Esto va desde los procesos de abastecimiento, hasta los propiamente operacionales, donde tengo que poner en tela de juicio si estoy produciendo con la menor cantidad de recursos, para así generar la menor cantidad posible de desperdicios. La invitación es a cambiar el paradigma: no ver a la economía circular como un gasto, como un costo adicional; sino que cambiar la forma en cómo se ejecutan los procesos, para que estos sean económicamente mejores y más eficientes, y de esa forma generar menos desperdicios.