Uno de los protagonistas de la polémica por el cierre de la fundición Ventanas de Codelco es la Empresa Nacional de Minería, Enami, propietaria de la planta hasta 2004 y responsable de unas 100 mil toneladas de producción cada año en ese recinto, que representan cerca de 230 millones de dólares.
En una entrevista dada a El Mercurio, su vicepresidente ejecutivo Jaime Pérez de Arce reveló que en la mesa impulsada por el Gobierno se acordó que Enami pueda seguir comprando a pequeños y medianos mineros, independiente si se cierra Ventanas. Además, afirmó que entre 2000 y 2005 Ventanas tuvo números azules, que se trató de un negocio justo y que tanto ellos como Codelco fueron asesorados por bancos de inversión. «No es efectivo que Ventanas perdiera dinero, entre 2000 y 2005 la refinería se encontraba en el primer cuartil de costos y la fundición en el segundo. Se trata de acusaciones graves porque afectan la reputación de una empresa como Enami», opinó al respecto. A continuación, reproducimos la conversación.
-En medio del debate, se ha dicho que en Ventanas se subsidia a empresas por parte de Enami. ¿Qué le parece?
Estos son comentarios equivocados, esta es una empresa que hace fomento y permite como empresa estatal desarrollar un sector privado, que es muy importante en las economías locales como la pequeña y mediana minería, y el fomento es a precio de mercado. Todos los servicios que prestamos operan a precio de mercado, aquí no hay subsidio, quiero desmentir categóricamente aquello. Han circulado unas páginas del libro de Óscar Landerretche, quien incurre en una serie de apreciaciones equivocadas. Lo primero es que cuando se hizo la ley para el traspaso de Ventanas y el poder de compra -que él cataloga como una de las peores políticas públicas-, hay que recordar que esa ley fue aprobada de manera unánime. También afirma que Ventanas siempre tuvo pérdidas y que Codelco fue obligado a comprarla, lo que es arriesgado de decir de una empresa estatal. Codelco sí tenía interés en Ventanas porque era la fundición que permite refinar los ánodos de El Teniente y asumir el proyecto de crecimiento de Andina.
-¿Por qué se realizó el traspaso?
Porque Enami tenía una deuda de unos US$ 400 millones, unos US$ 160 millones de ese monto era un crédito fiscal, se pidieron utilidades anticipadas por cifras que los balances no daban. La otra parte es porque esta fundición y refinería tuvo que hacer inversiones en descontaminación para cumplir con la ley.
-¿Con qué escenario se encuentra en su regreso a Enami?
Nuevamente tenemos una deuda alta, de más de US$ 350 millones en el corto plazo, y US$ 80 millones a largo plazo, lo primero que hay que hacer es reestructurar esa deuda, es una de las tareas que hay que asumir. Estamos discutiendo un nuevo plan estratégico con los sindicatos y asociaciones mineras.
-¿Cómo conversa esto con la idea de construir una nueva fundición?
Tenemos un proyecto de nueva fundición, que fue detenido por la administración anterior, que llegó a niveles de factibilidad. El directorio autorizó retomar ese proyecto, esperado por la Región de Atacama. En Paipote se hicieron inversiones pequeñas, pero apostamos a que la solución definitiva a los problemas de la zona es con un salto tecnológico, y además, al proyecto le pedimos que operara con los máximos estándares mundiales, que resolviera el tema de la contaminación con captura de más de 99% y que sea rentable’.
-¿Qué características tendría esta nueva fundición?
Nuestro proyecto considera la última tecnología y con el doble de capacidad de la actual en Paipote, con 700 mil toneladas de concentrado al año, que puede subir a 900 mil, y es parte del plan de descontaminación de Tierra Amarilla y la gracia es que si hacemos bien las cosas, puede estar terminada prácticamente cuando termine el período del Presidente Boric. Contempla una refinería polimétalica, que hoy no hay en Chile. Esto nos permitiría mejorar nuestro rol de fomento notablemente, porque hoy pagamos a los mineros por el cobre, oro y plata, pero sus productos traen otros elementos valiosos. Nosotros aspiramos a refinar todos esos productos de valor acá, y en vez de pagar por 3 especies de valor, podemos hacer por 6 o 7.
-¿Cómo buscan financiar esta iniciativa?
Hay que resolverlo con Hacienda, no aspiramos a que Enami sea capitalizada o que reciba los recursos del Estado, simplemente apostamos a endeudarnos, porque este proyecto no solo resuelve las normas ambientales, sino que hace rentable a la fundición, estaríamos en el primer cuartil de costos, por lo que el proyecto mismo paga sus deudas, eventualmente puede haber asociación con privados, es un modelo explorable.
La inversión en 2018 era de US$ 800 millones, por lo que ahora estamos actualizando esos datos de la ingeniería, y es muy probable que se superen los US$ 1.000. A fin de año ingresaríamos el proyecto a tramitación ambiental y debiese ser sencillo, porque viene a solucionar un problema, las autoridades ambientales esperan este proyecto. De no hacerlo, el resultado sería cerrar Paipote, y Enami deja de ser viable.
