El reporte elaborado por Cochilco advierte una tendencia bajista con una caída del 0,9% en su cotización semanal, influenciada por indicadores macroeconómicos negativos y una demanda débil en China. Pese a la corrección, el déficit de suministro a largo plazo se mantiene, impulsado por las necesidades de electrificación global y las crecientes exigencias ambientales.
El cobre se cotizó en el mercado spot de la Bolsa de Metales de Londres a 429,8 cUS$/lb, lo que representa una disminución del 0,9% respecto al viernes pasado. Esta caída profundiza la tendencia negativa iniciada el 20 de mayo, cuando el cobre alcanzó su máximo valor del año en 492,5 cUS$/lb.
La fuerte subida registrada en mayo, inducida por las expectativas de un déficit significativo de cobre a corto plazo, ha sido contrarrestada por débiles indicadores macroeconómicos y de actividad manufacturera, así como un continuo retroceso del sector inmobiliario en China. A esto se suma la deflación de los precios industriales en el país asiático, reflejando una demanda debilitada. Actualmente, el precio del cobre está en busca de un nuevo equilibrio, afectado también por la volatilidad del dólar estadounidense y la publicación de indicadores económicos chinos que no cumplen con las expectativas del mercado.
Mañana se publicará el índice de actividad manufacturera de junio en China, y las expectativas apuntan a un nuevo retroceso respecto de mayo, con el índice ubicándose por debajo de los 50 puntos, señal de contracción. Dada la importancia de China en el consumo mundial de cobre, existe una alta correlación entre la actividad manufacturera y el precio del metal. Si se cumplen las expectativas, el precio del cobre podría mantener su tendencia bajista a corto plazo.
A pesar de la reciente corrección a la baja, el déficit de suministro de cobre a largo plazo sigue siendo una preocupación. Los objetivos de cero emisiones netas, impulsados por la adopción de vehículos eléctricos y energías renovables como la eólica y solar, requieren un creciente suministro de cobre. Existe incertidumbre sobre si la oferta necesaria estará disponible, ya que las actuales operaciones mineras y los nuevos proyectos enfrentan leyes de mineral decrecientes, alzas en los costos de insumos y crecientes exigencias ambientales. Esto hace necesario un precio alto del cobre a largo plazo para desarrollar dichos proyectos.
En términos de inventarios, las existencias en las bolsas de metales han aumentado significativamente. Las bodegas de la Bolsa de Futuros de Shanghái (SHFE) acumulan un alza superior al 1000% en lo que va del año, debido al debilitamiento de la demanda de cobre en China y una creciente producción de refinado. Las existencias de cobre refinado en las tres bolsas de metales superan las 507 mil toneladas, con un alza del 138% en lo que va del año. Durante la última semana, las existencias aumentaron un 2,3%, equivalente a casi 11.500 toneladas.
El informe de Bloomberg destaca que las exportaciones chinas de cobre bruto durante mayo se duplicaron respecto al año anterior, superando las 150.000 toneladas. Este aumento en las exportaciones ha contribuido al incremento de inventarios en la Bolsa de Metales de Londres (BML).
En resumen, aunque el precio del cobre ha experimentado una corrección a la baja debido a factores macroeconómicos negativos y una demanda débil en China, el déficit de suministro a largo plazo y las necesidades de electrificación global continúan apoyando una perspectiva alcista para el metal rojo.