La semana del 12 al 16 de agosto cerró en 405,4 cUS$/lb, impulsado por la huelga de tres días en la mina Escondida y la paralización en Caserones. Aunque el impacto en la producción aún es incierto, la atención del mercado se centra en los próximos indicadores económicos de China y Estados Unidos, que podrían definir la tendencia futura del metal rojo.
De acuerdo al informe de Cochilco, el mercado del cobre cerró la semana del 12 al 16 de agosto con un incremento del 1,5% en su precio, alcanzando los 405,4 cUS$/lb, en medio de la incertidumbre generada por las huelgas en dos de las principales minas de Chile: Escondida y Caserones.
La huelga en Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, comenzó el martes y se extendió hasta las 8 a.m. del viernes, involucrando a aproximadamente 2.400 trabajadores del sindicato N°1 de operadores de mina. Este conflicto laboral impulsó una tendencia alcista en el precio del cobre, que ya mostraba signos de fortalecimiento al inicio de la semana, cuando el precio del metal alcanzó los 401,5 cUS$/lb.
A esta situación se sumó la huelga en la mina Caserones, operada por Lundin Mining, donde uno de los tres sindicatos, que representa el 30% de la dotación propia de la operación, también paralizó actividades. Aunque este sindicato representa solo un 5% del total de empleados, la combinación de ambas huelgas generó nerviosismo en el mercado.
Adicionalmente, los inventarios de cobre en las principales bolsas de metales comenzaron la semana superando las 615.000 toneladas, un nivel similar al registrado durante la huelga de 44 días en Escondida en 2017. Sin embargo, el efecto de estas paralizaciones en el precio ha sido contenido debido a la demanda deprimida de cobre, especialmente desde China.
El gigante asiático continúa enfrentando una desaceleración económica, con datos que muestran una caída en el sector inmobiliario, un aumento en el desempleo y un consumo debilitado. Estos factores refuerzan una postura cautelosa respecto a las perspectivas de las materias primas. Los mercados están a la espera de los próximos indicadores económicos de China y Estados Unidos, que se publicarán la próxima semana y serán cruciales para determinar la dirección futura del precio del cobre.
