Durante la semana del 29 de julio al 2 de agosto de 2024, se experimentó una disminución del 0,5%, cerrando en 407,2 cUS$/lb.
El mercado internacional del cobre mostró signos de debilidad durante la última semana, con una disminución en su precio del 0,5%, cerrando en 407,2 cUS$/lb, según el reporte semanal de Cochilco. Esta tendencia bajista se debe a una combinación de factores económicos que han generado un ambiente de incertidumbre entre los inversores. La percepción de un ciclo de crecimiento global inferior al esperado ha impactado negativamente las expectativas de producción y consumo, especialmente en las principales economías asiáticas y en Estados Unidos.
En China, el índice PMI manufacturero cayó a 49,8, señalando una contracción leve en el sector. Este indicador, junto con una disminución en los nuevos pedidos, refleja un enfriamiento en la actividad económica. A pesar de la falta de estímulos significativos por parte del gobierno chino, la confianza empresarial mostró una ligera mejoría, impulsada por expectativas sobre nuevos desarrollos y productos. En contraste, el sector manufacturero de Estados Unidos también registró una leve contracción, con el PMI cayendo a 49,6, marcando la primera contracción en siete meses. La tasa de desempleo en el país aumentó a 4,3%, lo que genera preocupaciones adicionales sobre el mercado laboral.
Los inventarios de cobre en las bolsas de metales han tenido un incremento notable del 159,9% en lo que va del año. En particular, las bodegas en Taiwán han registrado un aumento del 89,21%, concentrando una gran cantidad de cátodos. Asia continúa siendo la región con la mayor cantidad de inventarios, representando el 88,7% del total, seguida por Europa con el 8,7% y Estados Unidos con el 2,6%. A pesar del aumento en los inventarios, se ha observado una leve mejora en la demanda física en China, con la prima de importación de cobre aumentando a 25 dólares por tonelada desde un descuento de 20 dólares en mayo.
El mercado ha mostrado una notable disminución en las posiciones largas netas en la Bolsa de Metales de Londres (LME), cayendo un 60% desde su pico en mayo. Esto refleja una retirada de los inversores de activos considerados riesgosos, como el cobre, hacia opciones más seguras como bonos y renta fija. A pesar de estos desafíos, el mercado mantiene la esperanza de una estabilización de los precios en el corto plazo, impulsada por una posible mejora en la demanda global y un ajuste en los niveles de producción.