“En una sociedad en proceso de cambios importantes, que revisten polarización social, los análisis y la evidencia técnica deben ser considerados por quienes toman decisiones. (…). Por eso, tengo la convicción de que la AIC debe convertirse en un referente técnico y continuar aportando al desarrollo de nuestro país”, señaló recientemente Iván Rayo Villanueva, gerente general de JRI Ingeniería, en su mensaje luego de ser elegido -y por aclamación- como nuevo presidente de la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería de Chile (AIC).
Sus palabras reflejaban una preocupación actual de este gremio, que reúne a empresas de ingeniería que desarrollan los estudios de proyecto y prestando servicios a los diversos sectores de la economía nacional. “Consideramos necesario que las autoridades del país, y todos los que tengan una tribuna, se detengan a meditar sobre lo que está pasando y los riesgos que estamos corriendo para un futuro cercano”, añade en esta entrevista, por la inquietud que les genera el que se estén realizando, prácticamente al mismo tiempo, demasiadas transformaciones de gran magnitud, y sin una debida consideración de los aspectos técnicos.
Advierte, además, que este escenario puede repercutir en las inversiones y, con ello, en el crecimiento futuro del país. De hecho, comenta que el índice de actividad que elaboran en la AIC ya viene mostrando una disminución “fuerte y constante” en los proyectos de ingeniería de Detalles.
Iván Rayo es ingeniero Civil en Minas de la Universidad de Santiago de Chile; Master por Paris Tech Francia y MBA UChile. Ha participado en proyectos de ingeniería por más de 25 años, en empresas como Codelco, el Instituto de Innovación Minera Metalúrgica IM2 y en JRI Ingeniería. En esta conversación con MyF, abordamos este nuevo desafío.
– ¿Qué te motivó para asumir la presidencia de la AIC?
Llevo más de diez años realizando actividades en la AIC, participando activamente en el Comité de Minería, y los últimos cuatro años como parte del directorio del gremio. En el último tiempo apoyé a la presidenta saliente, Cristina Bogado, como vicepresidente. Por eso, de alguna manera sentí -y algunos socios me lo transmitieron también- que era el momento de dar este paso.
Respecto del trabajo gremial, me interesa contribuir a posicionar más a la AIC como un referente técnico en diversas materias. También apoyar que la ingeniería sea percibida por el medio como una actividad de excelencia y alta calidad.
– ¿Cómo recibiste el haber sido elegido por aclamación de los socios?
Hay varias emociones. Por un lado, es un honor recibir este reconocimiento; la AIC es una institución muy reputada, con muchos años de vida y con socios importantes. Por ello, también siento una gran responsabilidad… y algo de nerviosismo (reconoce).
La presidenta saliente, Cristina Bogado, trabajó arduamente estos últimos años, logrando buenos resultados en un periodo complicado para realizar actividades gremiales; las expectativas de seguir avanzando son mayores.
También se observa una situación país compleja, que requerirá el aporte de muchos profesionales y posiblemente bastante participación de los gremios. Ello implica que deberemos ser bastante dinámicos, y muy asertivos en aportar con nuestra visión y opiniones
Por último, se observa que la economía está desmejorando, lo que impactará a todos sectores, incluyendo a las empresas de ingeniería. Debemos preparar a la AIC para que apoye las actividades de ingeniería y a sus socios cuando esto sea necesario.
– La familia Rayo se ha caracterizado por una activa participación gremial ¿Cómo surge este compromiso?
Creo que más que los Rayo, es la empresa JRI la que ha tenido siempre un compromiso activo, con gremios, colegios profesionales y también con instituciones académicas.
Hemos seguido la forma de hacer empresa de los dueños y ejecutivos de las firmas de ingeniería que se desarrollaron en Chile, como Cade Idepe, Minmetal y Arce Reciné. Ellos valoraron la actividad gremial, posiblemente como un deber y una necesidad para salvaguardar la reputación de la ingeniería chilena. Como JRI hemos continuado esa línea, y muchos profesionales de la empresa participan activamente en gremios, universidades y colegios profesionales. Pero no somos los únicos, también se observa en otras empresas del sector, como R&Q, Len, Metaproject, Keypro y Shimin, por nombrar algunas.
– ¿Cuáles son tus objetivos a la cabeza de la AIC?
El año 2021 definimos un plan estratégico para el quinquenio, que se basa en cuatro ejes principales: Posicionamiento del Gremio, Calidad de la Ingeniería, Fidelización de las Empresas Asociadas y Sostenibilidad Financiera.
Todos estos ejes tienen focos de trabajo y acciones concretas a desarrollar.
- Con Posicionamiento, el desafío es avanzar en ser reconocidos como un gremio fuerte, con visión técnica sólida y alta representatividad. Para ello tenemos trabajos internos importantes, entre otros, lograr mayor representatividad del mundo de la ingeniería. Sería ideal que todas las empresas de este rubro que operan en Chile estuvieran ligadas al Gremio AIC, en especial las transnacionales. Con ello podríamos dar mayores garantías a la industria, de calidad, excelencia y ética empresarial.
- En Calidad de Ingeniería, el desafío es poner nuevamente ese concepto en todos nuestros clientes. Vemos como preocupación que cada vez se avanza más en procesos de selección de ingeniería basados en precio, donde se tiende a elegir al que ofrece un valor más bajo y no al que garantiza la calidad. Es paradojal, pues en la ingeniería se toman las decisiones más importantes de un proyecto, que incluyen la compra de equipos y contratación de obras. El costo de la ingeniería no supera el 5% del total de un proyecto, por lo tanto, el sentido común indica que ahí no se deberían hacer ahorros, pues el impacto en el 95% restante es altísimo.
- En Fidelización vemos un trabajo permanente. Las empresas de ingeniería deben encontrar sentido a participar activamente en un gremio, donde se puede contribuir a avanzar en sus necesidades y desafíos.
- Sostenibilidad Financiera es posiblemente el desafío de todos los gremios. Para cumplir los programas y avanzar se requiere financiamiento, por tanto, hay que realizar actividades, estudios y eventos que contribuyan a mantener sólida la caja.
– Este ha sido un periodo de muchos cuestionamientos al sector minero ¿Cómo lo han vivido ustedes en la AIC y en JRI?
No quiero sonar arrogante, pero uno de los mayores problemas que observamos es el desconocimiento de cómo la industria minera en Chile desarrolla su actividad, y de los enormes esfuerzos que se realizan para que las operaciones y proyectos sean sustentables en términos ambientales y comunitarios.
Todos los proyectos se ejecutan abordando tempranamente aspectos técnicos, económicos y de sustentabilidad. Si no se cumple alguno de ellos, simplemente no se materializan. En esto participan profesionales técnicos del más alto nivel, de la empresas de ingeniería, asesoras, y de las compañías mineras. Existe un rigor técnico enorme, que es desconocido para la opinión pública en general.
Muchos gremios, académicos y empresas han intentado revertir este desconocimiento, haciendo múltiples esfuerzos en distintas instancias; pero parece que en la actualidad nos estamos quedando en titulares que responden más a ideologías, que a antecedentes serios.
CUIDAR LA INVERSIÓN
– ¿Qué ha pasado y cómo ven el escenario para las empresas consultoras de ingeniería?
En los últimos trimestres hemos visto un fuerte incremento en la actividad, con servicios variados para distintas industrias. Sin embargo, también apreciamos que los proyectos de ingeniería de detalles están disminuyendo en forma fuerte y constante, lo que permite inferir que las industrias no están considerando en serio la necesidad de continuar invirtiendo en proyectos en Chile. En caso de que no exista cambios en esta tendencia, observamos que las actividades de ingeniería disminuirán de manera importante en los próximos periodos, con impactos no solo para las empresas del rubro, sino que también a nivel país. En términos simples: si no hay ingeniería, no hay proyectos de inversión, y tampoco crecimiento en la economía.
– ¿Cuál es la visión que tienen tanto de la propuesta de nueva Constitución, como del debate por la reforma tributaria y el royalty minero que considera?
Faltan elementos técnicos. Se observa una discusión demasiado ideologizada que no está considerando estos aspectos, que a la larga resultan irrefutables. Consideramos necesario que las autoridades del país, y todos los que tengan una tribuna, se detengan a meditar sobre lo que está pasando y los riesgos que estamos corriendo para el futuro cercano.
Ya existe consenso en todos que es necesario avanzar hacia un Estado que atienda las necesidades reales de todos los habitantes. Pero, esto debe ser realizado evaluando todas las aristas e implicaciones. Una Nueva Constitución, Reforma Tributaria, cambios en la Legislación Laboral, y un Royalty a la principal industria del país, todo al mismo tiempo, parece ser demasiado. Muchos analistas y académicos han comentado las mismas aprehensiones.
Respecto al Royalty, escuché una entrevista al profesor Gustavo Lagos, de la UC, donde indicaba que habían sondeado con algunas mineras la disposición favorable de aumentar la tributación; pero que había que estudiar los puntos de equilibrio, donde un alza deja de generar incentivos a la inversión de nuevos proyectos, lo cual sería lapidario para todos; incluso para cumplir con los propósitos de mejorar situación social del país, pues simplemente no existirán recursos para hacerlo.
En Chile hay muchas inversiones en curso, que están en etapas de implementación en su mayoría. Otros países, como nuestros vecinos, tienen importantes carteras de proyecto en etapas tempranas; por lo que es preocupante que los incentivos de los inversionistas dejen de estar en Chile.
– ¿Creen que se pueda ver afectada la inversión en proyectos?
Voy a citar a otro académico, a Juan Ignacio Guzman, que estudió los encadenamientos productivos de la industria minera, concluyendo que, por cada dólar invertido en minería, se generan 4,5 dólares de aporte al país en impuestos, empleo directo e indirectos. Por ello, para maximizar la contribución social al país por parte de la minería, las políticas públicas deben orientarse a fomentar las inversiones en el sector.
Otro estudio que realizó mi padre hace un tiempo, mostró que un proyecto de la gran minería en Chile puede operar más de 100 años en promedio, por las sucesivas mejoras y ampliaciones que se realizan. Muchos de las grandes faenas que se materializaron a comienzos de esta década en Chile, seguirán operando, generando empleo para nuevas generaciones, aportando tributos y encadenamiento productivo.
Entonces, es de todo sentido pensar que el crecimiento de nuestro país parte de la base de incentivar la buena inversión, sustentable, y sobre ella realizar desarrollo tecnológico y valor agregado.
40 AÑOS DE JRI
– ¿Cómo ha sido este año para JRI Ingeniería y cuáles son los desafíos a los que están abocados?
Ha sido un año de mucha actividad. Hemos visto cómo las empresas mineras están privilegiando estudios de valor que se transformarán en futuros proyectos de inversión, buscando optimizar sus procesos, reponer operaciones y solucionar problemáticas operativas.
También este 2022, JRI cumple 40 años de vida, con un crecimiento poco común, considerando que la empresa se inició como el emprendimiento de un profesional visionario -como mi padre- y muchos otros que fueron contribuyendo con su experiencia y dedicación en todos estos años.
– ¿Cuál es la dotación actual de la firma y el perfil que privilegian? ¿Son un equipo diverso?
Actualmente somos más de 400 profesionales permanentes, a los que se suman las dotaciones de nuestras empresas asociadas. En JRI tenemos como modelo mantener y desarrollar todas las disciplinas de ingeniería “in house”, de manera de ofrecer servicios integrales con equipos consolidados.
Es común que un cliente que nos contrata para mejorar un proyecto se encuentre con los mismos profesionales que trabajaron en él años atrás, con más experiencia, y con más mal genio también (bromea).
Tenemos cerca de 20 áreas técnicas de ingeniería, desde minería, geología y geotecnia, hasta las disciplinas de diseño, como estructuras, mecánicas, electricidad, por nombrar algunas.
Este año formamos un área técnica denominada Transformación Digital, cuyo objetivo es atesorar toda la experiencia en diseños avanzados en 3D y BIM, junto con seguir impulsando el desarrollo de ingenierías modernas, productivas y ágiles.
– ¿Qué proyectos tienen?
Actualmente estamos terminando la ingeniería de Detalles del Proyecto Rajo Inca para la VP de Proyectos de Codelco; ya superamos el millón de Horas de Ingeniería realizadas y estamos comenzando la etapa de ingeniería de terreno.
También estamos avanzando en la ingeniería de Detalles del Proyecto Minero Subterráneo Diamante, para División El Teniente. Tenemos otros, en tranques de relaves de Codelco y privados; y servicios de transporte de fluidos de larga distancia, en Chile y Perú.
Estamos expectantes por los proyectos que se tendrán que levantar para optimizar la capacidad de tratamiento de varias concentradoras chilenas, y de cómo se irán resolviendo las necesidades de suministro hídrico a lo largo del país.
– ¿Cómo ves el rol de la minería y todo su ecosistema en el nuevo escenario que vivimos?
Observo con mucho interés cómo la tecnología avanza a pasos acelerados hacia un mundo más amigable con el medio ambiente y las comunidades. Todos estos avances requerirán materias primas, demandarán minería, y también conocimiento, lo que está completamente ligado a nuestra profesión, a la empresa JRI y al gremio que represento.