La inciativa se elaboró por un acuerdo del Gobierno Regional en cooperación con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD).
La próxima semana se realizará el lanzamiento de la Estrategia Minera Región de Antofagasta 2023 – 2050. La finalidad de esta iniciativa, que cuenta con la colaboración del OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, por sus siglas en inglés), es generar sinergias entre las actividades mineras y actores regionales, identificando problemáticas, nuevas oportunidades de crecimiento y cohesión entre sociedad civil, sector público y privado para lograr objetivos comunes y mejorar la calidad de vida de la población local.
Para conocer más de EMRA, conversamos con Jenny Rojas, vicepresidenta de la Cámara Minera de Chile, emprendedora e impulsora de diversas iniciativas que la han transformado en una figura referente de la Región de Antofagasta.
– ¿Cómo se gestó esta iniciativa y los objetivos que busca impulsar?
La Estrategia Minera Regional de Antofagasta 2023 – 2050 (EMRA), se elaboró por un acuerdo del Gobierno Regional en cooperación con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD).
Tiene por objetivo el generar un instrumento que permita identificar nuevas oportunidades de crecimiento, a través de la movilización de compromisos y acuerdos entre los actores del sector público, privado y sociedad civil.
En este contexto, el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (IPP UCN) cumple el rol de coordinar técnicamente la elaboración de la Estrategia Minera Regional de Antofagasta, brindando soporte en los aspectos administrativos y técnicos de la iniciativa.
– ¿Cuáles son las falencias o debilidades que han visto y que buscan remediar a través de este esfuerzo?
Entre otros, terminar con la burocracia que entrampa el avance de diversas iniciativas; incluir a las comunidades desde el inicio de los proyectos, y aumentar la seguridad ante la delincuencia. Además, es una instancia que permitirá un relacionamiento directo con las autoridades.
También los actores que están trabajando en ello son importantes, porque no solo son capaces de definir los diversos temas en los que hay que trabajar, sino que como ocurre con los representes de la OCDE, aportan con casos de éxito internacionales.
– Al respeto ¿Qué rol le corresponde cumplir a los actores comprometidos?
Como los actores son múltiples, cada uno de ellos debe identificar problemas, definir soluciones y principalmente el diálogo con todos los involucrados.
La tarea de largo plazo es generar un instrumento de planificación, un mecanismo que permita consensuar los énfasis de futuro para el territorio.
– Desde tu mirada ¿Cuál es el aporte para la Región de impulsar esta iniciativa?
Es de suma importancia, por cuanto en esta estrategia se ha logrado lo que por años se había perseguido, que es juntar en una sola entidad, en modo “paraguas”, a todas las entidades representantes de la Región: las comunidades, las autoridades; la academia, las compañías mineras; los proveedores y las diversas asociaciones que operan en Antofagasta.
Cuando se unen las voluntades puede que no se avance tan rápido, pero sí se logra que se vayan cumpliendo los diversos objetivos que se han planteado. Necesitamos potenciar la Región y a cada uno de los que aportan al desarrollo y crecimiento.
