“La minería no aporta valor agregado ni contribuye al desarrollo tecnológico en Chile». Esos fueron algunos de los argumentos repetidos por los convencionales de la Comisión de Medioambiente, para justificar su apoyo a la propuesta que busca nacionalizar esta industria.
“Quienes critican tan severamente a la minería, es porque se quedaron viviendo un par de décadas atrás. No saben de lo que hablan; y si lo saben, sólo deben querer hacer daño”, responde Juan David Rayo, presidente de Minnovex, Asociación Gremial de empresas para la innovación y la exportación de productos, insumos y/o servicios intensivos en conocimiento para el sector minero e industrial, conformada por cerca de 50 diversas entidades del ecosistema minero. El ejecutivo destaca que todas nuestras empresas socias comparten un objetivo: “ir siempre un paso adelante”.
Juan David Rayo nos entrega su visión sobre la iniciativa aprobada, pero más importante, sobre cómo es hoy la minería en Chile.
¿Qué le parece que la Comisión de Medioambiente de la Convención haya aprobado una propuesta para nacionalizar la industria minera? ¿Qué impactos le ven, de avanzar y concretarse?
Lo único que me hace pensar, es que dicha comisión poco o nada sabe de la actual industria minera chilena. También que el numeroso apoyo (de firmas ciudadanas) es uno de los síntomas o consecuencias más graves que hemos visto a la fecha, respecto de la disociación que existe entre la industria y la ciudadanía; de que la minería o, mejor dicho, sus representantes, se hayan desentendido de la política. El tratar de “pasar piola” por tantos años de la minería, abrió un abismo que hoy está mostrando sus consecuencias.
Desde la ignorancia, todo el mundo cree que la minería es una actividad netamente extractiva; que hace todo mal, que sólo contamina, roba recursos y no deja nada bueno al país. Una visión así no puede estar más equivocada. Afortunadamente lo que se aprobó no es vinculante, sino sólo un primer paso de algo que podría ser desastroso.
Espero sinceramente que el sentido común y la sensatez predominen una vez más.
Entre los argumentos de quienes apoyaron la propuesta está el que la minería «no aporta a la creación de valor y al desarrollo tecnológico en el país». Ustedes son una asociación de empresas de tecnología e innovadoras ¿Cómo responden a esta crítica?
La complejidad de la industria minera, debido a las características geológicas, geográficas, hidrológicas, y ahora último ambientales y sociales, hacen que ésta sea una de las que más conocimiento necesita generar en el país. Y así lo hace.
Hacer minería en Chile es difícil, las leyes de los minerales son cada día más bajas, el recurso está más profundo; se nos viene una crisis hídrica inminente, producto del cambio climático -la cual ya estamos trabajando para enfrentar-; y además está la lucha por los territorios, derechos sociales y la conciencia ambiental.
Todo esto hace que la productividad -es decir, pero ganado por peso gastado- baje, y que el riesgo de pérdida de la licencia social para operar suba. La única forma de que esta industria continue y rentabilice, es por medio del desarrollo de tecnologías limpias, junto con mayor conocimiento e interacción con la comunidad. Y eso se genera aquí mismo.
La ciudadanía no sabe, pero desde afuera nos aplauden y usan a Chile como un ejemplo y una escuela formadora de grandes ejecutivos mineros. La minería que se hace en Chile se mira para arriba; es nuestra NASA a nivel mundial, y demasiado pocos lo sabemos. Se debería mirar con orgullo.
Existe, entonces, una percepción errónea o anticuada de lo que es hoy la industria y todo su ecosistema.
Quienes critican tan severamente a la minería, es porque se quedaron viviendo un par de décadas atrás. No saben de lo que hablan, y si lo saben, sólo deben querer hacer daño. Pero insisto, la minería cometió el error de crear un abismo con la ciudadanía: no reconocer los errores del pasado, algunos del presente y tratar de enmendarlos de manera silenciosa.
Otro error que se comete es asociar la Industria Minera con las “compañías mineras”, siendo que es un importante ecosistema compuesto por muchas más entidades. Todas estamos tratando de hacer que esta actividad sea lo más sostenible posible, entregue el mayor valor agregado al país y sea un ejemplo para otros rubros emergentes.
Innovar para crecer y subsistir
¿Cuántas empresas conforman Minnovex y cuál es el perfil?
Hoy somos cerca de 50 compañías proveedoras de productos y servicios intensivos en conocimiento, y estamos orgullosos de estar conformados por una diversidad de tipos de empresas, experticias y tamaños. Tenemos grandes proveedores tecnológicos, consultoras, startups, universidades (PUC, UChile y UConce) y centros de investigación privados.
Está en el ADN de cada miembro la visión y deseo que es necesario innovar para crecer y subsistir; ir siempre un paso adelante.
¿Puede dar algunos ejemplos de productos o servicios innovadores para el rubro minero desarrollados por socios?
En Minnovex tenemos socios que trabajan en distintos puntos de la cadena de valor de la minería, y con distintos tipos de tecnologías (ver https://minnovex.cl/catalogo-socios-minnovex/). En la red se generan nuevos procesos (hidro) metalúrgicos, de la mano de universidades y centros de investigación privados, como el CIMS-JRI; socios que diseñan plantas de EW (electroobtención) de bajo consumo y modulares, como es el caso de Ancor Tecmin y Proter; y otros, como Drillco, que exportan partes y piezas a todo el mundo.
Sin embargo, lo que más abunda son las empresas que brindan productos y servicios de tecnologías 4.0, que apuntan a optimizar procesos, bajar consumos, fallas y aumentar la productividad minera. Hoy estas empresas representan un 60% de nuestros socios, desde startup en crecimiento hasta algunas que están exportando tecnología al resto del mundo; desde plataformas de software operacional (Fractal, Indimin, Octupus, Deep Copper, RMES, Zygth, entre otras), hasta sistemas robóticos en países desarrollados (Godelius en Canadá).
Entonces capital humano existe, pero ¿tiene el país la capacidad y los recursos para hacerse cargo de toda la minería?
Conocimiento y capacidades técnicas las hay, sin duda. Sin embargo, una nacionalización de las actuales compañías mineras privadas, como la aprobada por los constituyentes, traería problemas prácticos difíciles de resolver en el corto plazo: eventuales embargos o bloqueos comerciales, y fuga de capitales. En la práctica podríamos quedar cortos con financiamiento para la exploración o para los grandes proyectos mineros greenfield o brownfield; o bien se nos podría cortar el acceso a tecnologías que importamos, y que difícilmente logremos desarrollar (camiones CAEX, instrumentación, etc.).
Pasaríamos varios años mirándonos las caras y echándonos las culpas, hasta ponernos a hacer algo al respecto. Y lo peor de todo, nos estaríamos perdiendo las oportunidades de estos altos precios del cobre, y ser un ejemplo para el mundo del cómo transformar la industria minera, en una sustentable y amigable con el medioambiente.