Minería chilena requiere mayor inversión en tecnología para prevenir fraudes

La industria minera registró un 30% de aumento en los casos de fraude en los últimos cuatro años, un escenario que da cuenta de la importancia de revisar la inversión tecnológica. Si bien la transformación digital permeó al sector en la digitalización y automatización de procesos y operaciones, la inversión en las llamadas I+D+i se centraron en tecnologías operacionales, lo que postergó aquellas que se aplican a estrategias de control interno.

La minería es un sector que mueve grandes volúmenes de compras, desde servicios, insumos hasta maquinarias, lo que supone procesos de licitación de diversos proyectos e iniciativas y, por ende, la posibilidad de fraudes.

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Según un reciente informe de Association of Certified Fraud Examiners (ACFE), el sector de la minería ha experimentado el mayor aumento global de casos de fraude, pasando de 20 casos a 26. El fraude en la industria minera puede adoptar muchas formas, desde el robo de inventarios hasta la evaluación inadecuada de activos, y sus principales modalidades son: medioambiental, forestal, laboral y de información sobre reservas o recursos.

Hoy existen tecnologías con herramientas de monitoreo transaccional, RPA, machine learning e IA, que permiten analizar de forma aleatoria y programada diversos procesos, y detectar anomalías compatibles con fraudes. Cuando esto ocurre, también pueden enviar alertas en tiempo real. «En las áreas de operaciones, logística, abastecimiento y compras de las compañías mineras, se toman decisiones que pueden ser vistas como arbitrarias a la hora de seleccionar un proveedor, existiendo patrones de comportamiento que son fácilmente identificados por las tecnologías, ayudando a prevenir la existencia de estos potenciales riesgos de fraude», explicó Gerardo Schudeck, CEO Latam de CEPTINEL, startup chilena especializada en tecnología regulatoria (RegTech) que opera en Chile, Panamá y Perú.

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Si se analiza por procesos, los más proclives a fraudes son los de operaciones (15% del total), seguido por contabilidad (14%) y lo relacionado a las rendiciones de gastos (12%). Para Schudeck, el fraude interno es el verdadero problema para las compañías. «La propia ACFE estima que las organizaciones a nivel mundial pierden el 5% de sus ingresos anuales en este tipo de transacciones, que incluyen la duplicidad de gastos, el uso de recursos de la empresa para temas personales o los denominados gastos fantasmas, entre muchos otros”, contó.

La industria minera tiene una tarea pendiente con el desarrollo de una cultura digital de prevención del fraude y es necesario que permee desde la visión de la alta gerencia hasta las áreas de innovación, tecnología, operaciones, control interno y finanzas. 

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