Tres especialistas comparten su visión sobre lo avanzado y las barreras que aún hay por superar para aumentar la participación femenina en el sector económico más importante del país.
CRISTINA MUÑOZ, ASESORA TÉNICA DEL PROGRAMA MISUS DE GIZ
A mayor diversidad, mejores resultados
Las mujeres representan entre el 8 y el 17% de la fuerza laboral minera global. En Chile, este porcentaje ha crecido sostenidamente alcanzando el 8,9%. Pese a esta tendencia, las mujeres están subrepresentadas en todos los niveles de las empresas y gran parte de ellas se emplean en cargos que están fuera del core del negocio, debido a la persistencia de barreras culturales y estructurales para su entrada, permanencia y desarrollo profesional.
Una mayor inclusión de las mujeres es un imperativo social y moral. Además, la evidencia apunta a que una fuerza laboral más diversa conlleva mejores resultados financieros, según datos McKinsey & Company (2007). La diversidad fomenta la creatividad y la capacidad de recuperación estratégica, dos factores que necesitará el sector para abordar la disrupción digital y la creciente presión del mercado para que se cumplan altos estándares ambientales, sociales y de gobernanza.
¿Qué se puede hacer? Por un lado, incorporar a un mayor número de mujeres en la organización, soportando la fuga de talentos y asegurar su representación en todos los niveles. Y, por otro lado, atrayendo, contratando y planificando el desarrollo profesional de un número de mujeres al inicio de sus carreras, logrando retenerlas para que alcancen los niveles jerárquicos más altos.
Aún existe un gran espacio para mejorar la participación femenina. Todavía en Chile, los avances en el sector son producto del esfuerzo de un grupo de empresas concentrado y no del conjunto. Para realizar progresos significativos, las mineras deben abordar la atracción, retención y promoción. El sector público debe acompañar con el impulso de políticas públicas sectoriales con enfoque de género y el fortalecer espacios como la Mesa Nacional Mujer y Minería.
EDGAR BLANCO, SUBSECRETARIO DE MINERÍA
Crear ambientes respetuosos
Es difícil cambiar un rubro que ha sido asociado a los hombres desde sus inicios, pero no es imposible. Nuestro Ministerio ha trabajado intensamente durante estos cuatro años para abrir las puertas a mujeres, invitarlas y crear ambientes propicios en los que se sientan cómodas. Hoy contamos la mayor participación femenina en la historia de Chile, pero aún no es suficiente: hasta la fecha hay 28 mil mujeres a lo largo del país trabajando en los diferentes niveles de la industria, lo que representa el 12,49% del total de su fuerza laboral.
Creamos la Política Nacional Minera 2050, incluyendo la perspectiva de género y con objetivos como lograr la paridad en cargos directivos con un 35% de participación femenina para 2050. Nos aliamos con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género para concretar la Mesa Mujer y Minería, en la que participó el gobierno junto a miembros de la sociedad civil, y nos propusimos diez objetivos para garantizar, entre otras cosas, un ambiente seguro para las mujeres, paridad en altos cargos e igualdad en sueldos y trato.
Sin embargo, esta es una tarea de toda la ciudadanía, porque el cambio no solo se logrará con iniciativas, leyes, mesas y programas, sino que también necesitamos culturizarnos. En concreto, el 88% de los trabajadores en el rubro son hombres. Necesitamos que sean ellos y nosotros los primeros agentes de cambio, porque no podemos pensar en el futuro de la minería sin la participación femenina.
CARLA ROJAS NECULHUAL, VICEPRESIDENTA DE WOMEN IN MINING CHILE
Aumentar la participación en la cadena de valor
Esta semana, Women in Mining Chile publicó su libro Las 100 mujeres inspiradoras de la minería chilena. El texto recolecta -en las categorías de liderazgo, innovación, talento emergente, sustentabilidad y educación- la historia de cada una de ellas y los grandes aportes que han dejado para la industria, y tiene como finalidad visibilizar el talento femenino y sus aportes técnicos.
En la actualidad tenemos una participación laboral femenina de un 11%, con un total de 26.874 mujeres en la industria al 15 de diciembre. Estos avances nos hacen creer que vamos por un buen camino. Sin embargo, no podemos celebrar anticipadamente.
Sabemos que existen desafíos: las empresas de la gran y mediana minería hacen estos esfuerzos conscientes, pero ya identificamos que algunas compañías aumentan la participación y otras están estancadas en las cifras históricas sin superar el 8%. Un segundo desafío, según las cifras, es aumentar la participación de las mujeres en áreas de mantención (menos de 4%) y operaciones (menos de 8%), en la cadena de valor, ya que las labores de apoyo son las más feminizadas.
Otro tema importante es la cuestión de la incorporación plena de las mujeres a la industria, libres de acoso sexual laboral y maltrato, o cualquier tipo de discriminación directa e indirecta. Estas líneas de trabajo deben ser constantemente direccionadas hacia los hombres en la industria, para no solo aumentar los KPIs numéricos, sino más bien lograr una industria inclusiva y respetuosa.
