Columna por Jenny Rojas, Vicepresidenta de la Cámara Minera de Chile.
Finalizando un nuevo Mes de la Minería, es un buen momento para reflexionar sobre el rol que cumplen nuestras trabajadoras en la principal actividad nacional.
Las cifras del Consejo de Competencias Mineras (CCM) indican que la tasa de participación de la mujer en empresas mineras alcanzó un 17,4% en 2022.
Recientemente hemos conocido los resultados de la sexta versión del estudio “Mujer en Minería”, encabezado por la Red de Ingenieras de Minas (RIM Chile) y Vantaz, el cual recoge las visiones de profesionales de las firmas mineras y proveedoras, entidades especializadas, asociaciones gremiales, entre otras. Y nos hemos encontrado con una alerta, las percepciones de inequidad por parte de las mujeres aumentaron este año con relación a las dimensiones evaluadas: motivación, percepción de brechas, compromiso de liderazgo, evaluación de industria y búsqueda de trabajo.
El documento detectó que se observan importantes brechas de percepción entre las respuestas de hombres y mujeres, siendo las mayores diferencias en remuneraciones y oportunidades de desarrollo.
Por ejemplo, un 77% de las mujeres percibe que los hombres acceden a mayores oportunidades, pero solo un tercio de la muestra de hombres opina lo mismo. Asimismo, un 70% de las mujeres considera que los hombres acceden a mayores roles de liderazgo, mientras que un 46% de los hombres estima que mujeres y hombres tienen las mismas oportunidades.
Otra percepción de inequidad presente en los resultados de este año tiene que ver con las evaluaciones de desempeño. En este sentido, las mujeres creen en mayor medida (49%), que los hombres son evaluados con un sesgo positivo en comparación a ellas. Mientras que, entre los hombres, esta percepción es menor, un 33% sostiene que son las mujeres quienes son mejor evaluadas.
«Una mujer antofagastina, la ministra de Minería, Aurora Williams, nos ha llamado a continuar impulsando el desarrollo de las mujeres en la minería. Desde las regiones estamos con ella, porque el aporte positivo que hace la minería en los territorios en los que opera es clave para el crecimiento de nuestro país, mejor aún si tiene una mirada de equidad».
Escribo con la experiencia de haber trabajado por más de 15 años en faena, desde Antofagasta, capital minera del país, y donde el 68% de los empleos se vincula de una u otra manera a esta actividad. Y desde aquí pregunto: ¿Estamos realizando acciones para avanzar de manera sostenible hacia una mayor equidad entre mujeres y hombres?
Actualmente, en nuestra región más de 40 empresas mineras están participando en la Mesa Mujer y Minería, de la cual también soy parte, con el compromiso de promover oportunidades laborales equitativas y el fomento de un entorno inclusivo para las mujeres en la industria.
Asimismo, recientemente dos ejemplos concretos fueron distinguidos por la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA): el programa “Mineras” de Escondida, que capacita a mujeres para que se incorporen a la industria en roles de operadoras y mantenedoras (a la fecha, 450 mujeres de la región han recibido formación de alto estándar, impartida por el Centro de Entrenamiento Industrial y Minero, CEIM). Y la “Estrategia de Inclusión y Diversidad” (empujada por Spence), por su contribución a la inclusión de la mujer en minería y al desarrollo de oportunidades para las comunidades locales.
La Política Nacional Minera 2050 se ha planteado como meta alcanzar una participación femenina en la industria de al menos 20% al 2030 y del 35% al 2050, así como lograr una participación femenina en cargos directivos del 25% al 2030 y del 40% al 2050. Específicamente algunas compañías ya se han planteado el objetivo de lograr la paridad de género en 2025.
Una mujer antofagastina, la ministra de Minería, Aurora Williams, nos ha llamado a continuar impulsando el desarrollo de las mujeres en la minería. Desde las regiones estamos con ella, porque el aporte positivo que hace la minería en los territorios en los que opera es clave para el crecimiento de nuestro país, mejor aún si tiene una mirada de equidad.
Tomó también la ocasión para hablar a las familias, a apoyar a las niñas que se inclinan por carreras afines con la industria: el apoyo familiar es clave para lograr contar con las profesionales del futuro y ellas con empleos de calidad, con ello contribuimos con miradas renovadas que nos permiten seguir innovando y creciendo hacia un futuro no solamente sostenible, sino también sustentable.