El recientemente nombrado director nacional del Servicio Nacional de Geología y Minería, resaltó la importancia de que en esa entidad se creen las condiciones que permitan promover tales avances.
Patricio Aguilera acaba de asumir un nuevo e importante desafío. En enero pasado fue elegido para liderar el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), decisión adoptada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, «luego de analizar a los postulantes seleccionados por el sistema de Alta Dirección Pública (ADP)», informaron desde el Ministerio de Minería. El ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile se desempeñaba hasta esa fecha como gerente general del Centro Nacional de Pilotaje, CNP.
Cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector público, privado y académico. Fue director ejecutivo de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) entre 2016 y 2018, gerente corporativo y gerente de Innovación en CORFO los años 2014 y 2015, y director general de Obras Públicas en 2007. Además, se ha desempeñado como consultor independiente, realizando distintas asesorías relacionadas con la gestión, modernización, innovación y proyectos de impacto social para empresas y organismos públicos nacionales e internacionales.
Conversamos con Patricio sobre los retos que ve en este nuevo cargo y para Sernageomin, así como el papel que puede jugar la innovación.
– Antes de asumir este nuevo cargo, dirigías el Centro Nacional de Pilotaje de Tecnologías para la Minería ¿Cómo crees que tu experiencia en el ámbito de la innovación minera puede aportar al desarrollo de Sernageomin?
En la medida que la innovación genera valor, es un ámbito de acción en el que todos los funcionarios públicos debiéramos estar abiertos, conscientes y ocupados, siempre dentro de nuestras posibilidades. Para eso debemos crear las condiciones que permitan promover innovaciones y propuestas innovadoras que provengan de la relación con nuestros usuarios, y de la observación permanente de los desafíos y brechas que tenemos.
– ¿Cuáles son las condiciones que se deben crear?
Una de las condiciones más relevantes, a mi juicio, es generar los espacios de confianza y colaboración al interior de la organización, porque en la medida que se den y se fortalezcan, nos atreveremos a dar los pasos para probar nuevas maneras de lograr nuestro propósito como organismo público, aumentando el valor público en nuestro quehacer.
Tenemos que analizar, por ejemplo, si hacemos bien los procesos con la pequeña minería, que está integrada por poco más de 10.000 trabajadores y que actualmente representan el 1% de la producción, y donde las condiciones en que trabajan son muy particulares. Si nosotros nos preguntamos cómo le damos más valor a ese segmento desde Sernageomin, con agilización de procesos, con capacitación, propiciando la adopción y difusión de tecnológica para ellos, directa o indirectamente, podremos avanzar en mejorar las condiciones de seguridad de sus trabajadores.
Debemos encontrar la forma de relacionarnos entregando valor, propiciando una relación de confianza; aplicando la normativa, por cierto. La seguridad no sólo depende de nosotros, que tenemos la responsabilidad de aprobar y fiscalizar estas condiciones en las operaciones mineras, también es deber de las empresas, y por cierto de sus trabajadores, lo que se traduce en valorizar el rol de cada cual.
En tal sentido, la confianza es básica para innovar, y dice mucho de las personas y los equipos; de cómo se deben enfrentar los quiebres, las situaciones distintas. Por eso, estoy seguro de que en el Estado se puede hacer mucha innovación, pero hay que generar los espacios para que surja.
PREPARARSE PARA LOS CAMBIOS
– Hablando de transformaciones ¿Cómo enfrentará Sernageomin el cambio metodológico para determinar las coordenadas de las concesiones? ¿Necesitará más recursos para poder desarrollar la tarea?
Efectivamente, implementar estos cambios requerirá recursos para disponer de un sistema robusto, seguro y confiable, que opere de manera ágil, transparente, eficiente y oportunamente.
También requerirá trabajar con el sector y con expertos de distintas organizaciones, previo a su implementación.
– Después del accidente en la mina San José, la accidentabilidad y las tasas de fatalidad disminuyeron considerablemente. ¿Qué cambió y qué falta por hacer para que esto perdure y mejore en el tiempo?
Luego de ese hecho, objetivamente Sernageomin incrementó sus capacidades de fiscalización, con la inyección de mayores recursos públicos y más dotación. Por otro lado, el sector en general también ha estado mejorando sus procesos, la cultura de seguridad y sus prácticas; los trabajadores también asumieron este hecho significativo, que generó conciencia y aprendizajes en todo el país.
La pregunta es: ¿Cómo seguir mejorando? Y para eso, primero tenemos que ver cómo mejoramos o innovamos nosotros. Por eso, es importante analizar el conocimiento acumulado, la experiencia de nuestros equipos que evalúan proyectos, fiscalizan faenas y proponen las sanciones donde encontramos hallazgos o se han generado accidentes. Revisar cómo estamos organizados las prácticas que tenemos, las estrategias; dónde se están produciendo las mayores situaciones de peligro y riesgo para los trabajadores y las instalaciones. Obviamente, también esperamos que las empresas sigan mejorando sus prácticas y procesos de trabajo seguro, tanto en la pequeña, como en la mediana y la gran minería.
Quiero destacar que trabajar seguro debe ser parte de nuestra cultura de trabajo; por lo tanto, la conciencia en ello es clave. También el trabajo colaborativo del ecosistema minero para seguir avanzando.
GEOLOGÍA
– En materia geológica ¿Cuáles son los desafíos que enfrenta Sernageomin?
Sin duda que el rol de Sernageomin en materia geológica ha sido y será fundamental para nuestro país. El Servicio hace más de 41 años que está aportando en esta área, pero es necesario analizar el sentido de lo que estamos haciendo; velar para que los productos que estamos entregando sirvan para las políticas públicas, la industria y los diferentes usuarios que requieren información, y que vienen también del mundo científico, de la academia y la ciudadanía.
Tenemos que entender esto bien. Porque quizá lo que entregábamos y cómo lo entregábamos hace 10 o 20 años era de alto valor y pertinente, pero tal vez actualmente las cosas requieren otra mirada, dado el contexto de los nuevos requerimientos de la sociedad, los avances tecnológicos y las necesidades del Estado. Se adquieren muchos datos, pero hay que evaluar si son los que se necesitan.
– Y para ello ¿Hay una mirada a los organismos internacionales en materia geológica?
Siempre es bueno mirar y comparar la experiencia y aprendizajes en otros países y ver si algunas de esas experiencias son aplicables a nuestro quehacer. Analizar qué nos falta para entregar mayor valor al sector minero, al Estado y a la sociedad, en temas de peligros geológicos; materia muy vinculada a la creación del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, SENAPRED, con una ley que nos entrega obligaciones en materia técnica experta.
En esa línea, seguir fortaleciendo nuestras capacidades en materia de monitoreo volcanológico, analizar si es necesario ampliar la cobertura y calidad de lo que se está haciendo.
Otro factor importante es el cambio climático. Hoy día no solamente hay que ver la ley, sino que además existe un cambio de contexto, que es el climático. Debemos tener mejor capacidad para determinar zonas de peligro, lo que implica contar con una capacidad técnica robusta que permita asegurar que efectivamente estamos entregando la información a tiempo y de calidad para hacerse cargo de eso. En esta área debemos trabajar junto a otros ministerios, como Medio Ambiente.
