No hay que olvidar que se viene tratando de legislar sobre la protección de los glaciares desde 2005. No por nada. Es un tema especialmente complejo porque se trata, ni más ni menos, que del futuro de las reservas estratégicas de agua del país en tiempos de emergencia medio ambiental mundial.
Luego de revisar las indicaciones, la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales despachó el proyecto a Hacienda en la sesión que se realizó este lunes 7 de marzo. En la reunión participó Gino Casassa, jefe de la unidad de Glaciología y Nieves de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas (MOP); y Alejandro Dusallant, del Panel Independiente de Investigadores de Ciencias de la Criósfera.
Una de las indicaciones aprobadas en la última sesión fue la naturaleza jurídica de los glaciares, que serán calificados como bienes nacionales de uso público, inapropiables y no concesionables. También, que serán consideradas como partes constitutivas de un glaciar los cursos y cuerpos de agua de su superficie interna y hasta la parte inferior de la base del glaciar. En ningún caso esta distancia podrá ser inferior a los 300 metros de profundidad contados desde la base del cuerpo de hielo.
Otra indicación aprobada fue que si existe un proyecto o actividad sometido a Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) dentro de un glaciar, la DGA deberá establecer la profundidad constitutiva del glaciar.
El proyecto de protección de glaciares presentado por Guido Girardi, Isabel Allende y Ximena Órdenes, está formado por ocho artículos permanentes y dos transitorios. En ellos se establecen los objetivos de la norma, las definiciones más relevantes, entre otros temas fundamentales para entender su relevancia.
Según la comisión, la norma es un avance significativo no solo para la protección de los glaciares, sino también del entorno glaciar, del permafrost y de las funciones que tienen dentro de los ecosistemas. En el debate que se ha dado hasta la fecha, se ha destacado el rol de los glaciares como sustento de la biodiversidad, regulación climática y reservas de agua esenciales para la recarga de cuencas hidrológicas. Un asunto especialmente relevante en el contexto de la crisis provocada por el cambio climático.