En tiempos interconectados, la experiencia de personas como Qingjun Wu es valiosa. Fue diplomático de la Embajada de China en Chile, asesor del Comité de Inversiones Extranjeras (hoy InvestChile) y hoy es director ejecutivo de Aviqlo, firma que asesora en comercio e inversión china-chilena.
Su trayectoria le ha permitido conocer cómo se han desarrollado los lazos económicos entre ambos países, una relación diplomática que lleva ya 50 años y que ha permitido construir la confianza y el interés. «El surgimiento de China como un fondo de inversión extranjera directa, se ve como un paso lógico en la evolución del desarrollo económico del país. Por eso, a mi juicio, probablemente siga creciendo en los próximos años”, opina.
“Chile es un país que cuenta con una institucionalidad muy sólida, lo que le ha permitido recibir no solo inversión china, sino también muchas inversiones extranjeras. En los últimos cinco años se ha incrementado la inversión extranjera al país”, añade y agrega: “Confío que el gobierno de Boric será capaz de fomentar la inversión extranjera, especialmente la de China. El pueblo chileno tiene derecho de elegir qué inversión recibe, cuál será funcional para ellos. Respetar ese derecho es democracia”.
Sobre el proceso constituyente, Wu cuenta que los inversionistas lo están observando, pero como cualquier otro inversionista lo haría. “Es lógico porque representa un cambio para sus decisiones futura”, dice. “Los inversionistas chinos confían en la solidez institucional de Chile y esa percepción no cambiará por el proceso constituyente. No me parece que haya una grave inquietud respecto a lo que está pasando”, enfatiza.
En cuanto si las inversiones van a parar o ralentizarse para ver qué ocurre con la Constitución, enfatiza que éstas no van a parar. “Sigue y seguirá avanzando”, cuenta. “Ahora estamos asesorando una empresa china que tiene interés de invertir en el sector de salud con una clínica. Solo el mes pasado, cuando en China terminó su año nuevo, varias empresas chinas nos contactaron por nuestras oficinas allá porque quieren entrar en Chile para invertir, por ejemplo, en baterías de litio. No veo que haya una pausa a la espera de que cambie todo”, asegura.
La relación comercial entre China y Chile no está recién comenzando ni que vaya a “desembarcar” en el país y Wu lo aclara. “El impulso de la inversión china empezó hace décadas por la política Go Out Global, que favoreció la internacionalización de las empresas locales chinas. Bajo está política, China se ha convertido en uno de los principales exportadores de capital a nivel mundial”, explica.
El ex embajador cuenta que en China existe un exceso de capacidad productiva, tanto en las industrias tradicionales ligadas a infraestructura, como en las que ahora son más solicitadas que son las compañías de energías limpias y sectores de alta tecnología. “La inversión en el exterior ayuda a reducir esas capacidades en exceso”, dice.
Pero ¿qué pasa con los chilenos interesados por establecer relaciones comerciales con China? Wu cuenta que están asesorando a empresas que quieren entrar en los mercados chinos, con productos el país asiático nunca le ha comprado a Chile. “Hay muchas empresas chilenas que hoy se atreven a ir a China a hacer compras y otras que buscan un socio chino. Por ejemplo, ahora estamos asesorando una empresa del rubro de ingeniería y construcción que quiere un socio chino porque les falta dinero y tecnología, mientras que la empresa china necesita un socio local, por falta de conocimiento de mercado y de cultura. Hay una gran oportunidad para las empresas chilenas en este sentido y espero que aprovechen este buen ambiente para desarrollar sus negocios”.
