La minería no metálica, especialmente la producción de carbonato de litio, lidera el crecimiento en el sector minero, compensando la caída en la minería metálica y los recursos energéticos.
En junio de 2024, el Índice de Producción Industrial (IPI) registró una disminución del 1,0% en comparación con el mismo mes del año anterior, según el último boletín del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). A pesar de esta baja general, el Índice de Producción Minera (IPMin) destacó con un incremento del 2,2%, impulsado por un notable crecimiento en la minería no metálica, que aumentó un 26,7% gracias a la mayor producción de carbonato de litio.
Por otro lado, la minería metálica presentó una contracción del 0,8%, afectada principalmente por una menor producción de molibdeno que no pudo ser compensada por el alza en la producción de cobre. Asimismo, la producción de recursos energéticos disminuyó un 2,2%, debido a una reducción en la producción de gas natural.
El sector de la minería no metálica se consolidó como el principal motor del crecimiento del IPMin, con un aporte de 2,931 puntos porcentuales a la variación del índice. Esta expansión se debió a la creciente demanda de litio, un componente clave en la industria de baterías y tecnología de energías limpias.
En contraste, la disminución en la producción de productos alimenticios y otros manufacturados contribuyó significativamente a la caída general del IPI, con una baja interanual del 4,8% en el Índice de Producción Manufacturera (IPMan). Esto se atribuye a una menor disponibilidad de recursos biológicos y una alta base de comparación en productos metálicos y maquinaria.
La tendencia positiva en la minería no metálica resalta la importancia de este sector para la economía chilena, en un contexto global donde los minerales como el litio están cobrando relevancia estratégica. El desempeño de este sector podría seguir siendo un factor clave para el crecimiento económico y la inversión en el país.
