La minería chilena se está acercando a una completa automatización de sus operaciones. En la práctica, esto ha significado que los equipos de trabajo tengan la oportunidad de capacitarse en el manejo de tecnología y en la operación a distancia de diversas maquinarias y vehículos, y alejarse de las actividades más riesgosas.
Una de las empresas que ha optado apostado por este camino es la mina Spence, que incorporó recientemente a su faena la primera Pit Viper 351, perforadora autónoma que se maneja desde una sala de control ubicada a dos kilómetros.“Esta perforadora autónoma de Spence es la punta de lanza de un programa amplio que estamos buscando implementar en la región. No solo buscamos implementar perforadoras, sino también camiones autónomos“, contó Pedro Hidalgo, jefe del programa autónomo de BHP.
Su incorporación ha mejorado los estándares de seguridad: el operador ya no se encuentra en el rajo, sino que opera el vehículo desde la sala de control. “Es muy favorable que las compañías tengan como foco retirar a los trabajadores y trabajadoras de áreas de mayor riesgo. Spence se une así a la automatización de las perforadoras, cruciales en el inicio del ciclo minero, ya que permiten remover la roca que luego será procesada. Nuestro país lidera el cambio de estos equipos y Epiroc ha cumplido un rol clave”, puntualizó Alfonso Domeyko, director nacional de Sernageomin.
Desde Epiroc cuentan que Chile es el epicentro de las operaciones automatizadas a nivel mundial: existen seis faenas que están implementado estas tecnologías y en suelo chileno ya hay 27 maquinarias. Para industria minera nacional estos números son positivos, ya que superan a los Australia, país líder en innovación minera.