Una nueva caída mostraron las expectativas de la industria minera en Chile durante los últimos meses, según la tercera versión del estudio “Señales de la Minería en Chile”, realizado por Vantaz Group y el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO).
El análisis concluye que las perspectivas del futuro son pesimistas debido al entorno social y económico del país. El índice de percepción general (que va de 0 a 100 puntos y donde 50 marca el límite entre el optimismo y pesimismo) se situó en 32,3 puntos en la medición de abril, manteniendo la tendencia a la baja registrada en las mediciones anteriores. El subíndice de entorno es el más negativo (23,8 puntos) mientras el que mide factores relacionados con la industria está en terreno levemente pesimista (38,7 puntos).
En total 150 ejecutivos de empresas y proveedores participaron del sondeo (entre la primera y tercera semana de abril), quienes mostraron una percepción negativa respecto del entorno. Al consultar sobre la situación social, el 77% la calificó como “desfavorable”, mientras el 62% la menciona en esta categoría a 24 meses.
Para Daniela Desormeaux, directora de Estudios de Vantaz Group y directora de CESCO, “dicha percepción está marcada por la discusión constitucional, que fue lo más mencionado al consultar sobre los otros factores que influirán en el crecimiento de la industria minera en el país”.
Sobre la situación económica, el 72% de los encuestados la considera negativa hoy y un 61% a dos años plazo. Mientras que al medir la percepción sobre el entorno regulatorio y ambiental se registra una percepción desfavorable en el largo plazo (66% y 52% respectivamente), ya que la mayoría considera que actualmente la situación en estos factores es “normal”.
Precio, inversión y demanda
Al revisar las dimensiones asociadas a la industria, el 74% de los encuestados señala que la inversión minera se mantendrá en los próximos tres meses, pero en un horizonte de 24 meses, casi la mitad de los ejecutivos piensa que disminuirá.
“La industria está especialmente atenta a la discusión constitucional, y lo que estamos viendo en términos de tendencia augura una perspectiva totalmente opuesta a la estabilidad que requiere la minería. Esto le causa daño no sólo a la industria, sino que al país. El debate constitucional está introduciendo mucho ruido y obliga a los actores a tomar sólo las decisiones urgentes; y las inversiones y los proyectos (ampliaciones y nuevas operaciones) normalmente no lo son. Por lo tanto, es difícil que logremos en el mediano plazo materializar la cartera de proyectos de inversión que Cochilco indica”, explicó Alejandra Wood, directora ejecutiva de CESCO.
Pese a la menor inversión, hay un mayor optimismo en los otros factores medidos. La mayoría de los encuestados señala que el precio del cobre se mantendrá o aumentará su valor en los próximos 3 y 24 meses, al igual que la demanda mundial por el metal rojo. Lo anterior en un contexto con una producción estable y un alza en el precio de los insumos.
Finalmente, al consultar sobre los desafíos de largo plazo que tiene la industria minera local, los ejecutivos consultados mencionan en primer lugar el aumento de la competitividad, seguido de fortalecer la institucionalidad pública y destrabar la actividad exploratoria.