La periodista, quien ha desarrollado una notable carrera profesional durante 50 años, fue recientemente galardonada por la Sociedad Nacional de Minería por su destacada trayectoria y su contribución a la minería mediante su sitio Guía Minera. “La minería ha sido para mí una verdadera inspiración para mi desarrollo profesional independiente”, afirma.
Silvia Riquelme no olvidará nunca los años en que se desempeñó como camarógrafa filmando desde un helicóptero con la puerta abierta y sólo afirmada de un cinturón, toda clase de eventos, como naufragios, caídas de aviones, inundaciones, temporales e incendios entre otros. “ El 10 de septiembre del 73 iniciaba mis funciones como corresponsal en Concepción para la zona sur del país del canal de la Universidad de Chile. Y al siguiente día, me encontraba en la intendencia sacando el salvoconducto. En ese momento, con todo lo que pasaba, era imposible encontrar camarógrafo en Concepción, dado que la televisión estaba recién partiendo y los camarógrafos eran de cine y usaban cámaras de 16 milímetros, por lo que me transformé en camarógrafa, la primera de la época”, relata.
Silvia estudió en la Universidad de Concepción, donde se tituló a los 21 años. Sin embargo, ya desde los 18 años trabajaba como ayudante de dos profesores, y por su buena redacción recibió la oferta del Diario el Sur para trabajar en la página de sociales, “lo más fome del mundo, pero estaba en el diario y desde ahí me salieron otras pegas”, recuerda.
Tras su paso por el canal de la Universidad de Chile, fue corresponsal para la zona sur de Televisión Nacional y más tarde creó el vespertino Diario Crónica -de Diario El Sur- en Santiago. “Más tarde Joaquín Lavín me invitó a formar parte del equipo fundador de Economía y Negocios de El Mercurio donde éramos cinco periodistas y yo la única mujer del equipo. Estando ahí, me llamaron de la Sonami para hacerme cargo de la dirección de comunicaciones y la dirección del Boletín Minero”.
-¿Cómo fue dejar la prensa para pasar al mundo gremial y minero?
No dejé la prensa inmediatamente, ya que al mismo tiempo que estaba en Sonami seguí como editora nocturna de Economía y Negocios. Además, en esos años escribí dos libros: “89 -90 Las opciones políticas en Chile” y “Como ganar dinero en Chile”. En el primero, lo elaboré en base a entrevistas a los líderes de los movimientos políticos de la época; y el segundo, eran historias de emprendedores que habían partido desde abajo y que se habían sacado la mugre trabajando para ser exitosos como Rosen y Ariztía entre muchos otros.
-¿Ese último libro fue el que te motivó a crear tu empresa?
Yo estaba en el peack de mi carrera cuando me pregunté: por qué si otros emprenden porque no puedo emprender yo, y ahí tomé la decisión y renuncié a todo para formar SR Comunicaciones. Partí con clientes como Minera El Indio, Minera del Pacífico, Chuquicamata, El Teniente y Pelambres. En un momento llegué a tener 200 clientes y tenía un área de comunicación estratégica, un área de eventos, un área de ediciones de revistas, guías, directorios y libros. En 1994 creé el Direcmin y el 2001 la Guía minera de Chile que hoy es un portal web.
-Y ahora ¿en qué etapa estás?
Me costó tomar la decisión de jubilar, la pensé mucho, pero encontré que ya había sido suficiente y que quería hacer lo que a mí me gustaba más. Ahora tengo algunos clientes de temas que a mi me gustan y escribo en el portal Guía minera de Chile. Me llena absolutamente lo que hago y no acepto publicidad en mi sitio web. Escribo lo que quiero y publicó las cosas que creo que son interesantes.
–¿Cuáles son los temas que te parecen relevantes de destacar en minería?
Me parece interesante destacar que una compañía minera se preocupa de regalar un tractor a un sindicato pesquero para apoyarlos en sus proyectos, que ofrezcan cursos a mujeres o que impulsen los emprendimientos. Esas cosas las encuentro super destacadas.
Para mí es relevante todo lo que es innovación y tecnología. Creo que la minería es el sector económico que más desarrollo ha tenido en esos ámbitos, ese es un orgullo no sólo para el sector, sino debiera ser un orgullo para todo Chile. La minería es maravillosa, es un tema del que nunca te aburres de informar.
-¿Crees que los chilenos no nos sentimos suficientemente orgullosos de la minería?
El gran problema es que este país nunca ha tenido una política de Estado orientada a la minería. Hay políticas de gobiernos, pero no de Estado. El Estado no dice que Chile es un país minero. Lo sabe todo el mundo en el extranjero, pero no lo saben los chilenos. Para los chilenos, Chile es un país agrícola o pesquero y el problema, es que la minería sólo está en las noticias cuando hay escándalos como los rechazos a proyectos. como Dominga.
-¿En qué otros aspectos consideras que serviría tener una política de Estado sobre la minería?
Para dar un trato adecuado a la pequeña minería y fomentar su desarrollo. Por otra parte, debiera haber una escuela de minas, como había tiempo atrás, la Escuela de Minas y Canteras. Allí se podrían perfeccionar los mineros para desarrollar un trabajo más técnico y especializado.
-¿Cómo la educación puede ayudar en el conocimiento y reconocimiento de la minería?
No puede existir sentimiento alguno si primero no conoces ese otro mundo. Tras el paso del tiempo vas valorando y creando lazos, hasta sentirte parte del otro. En Chile no se les enseña a los niños de minería por lo que tampoco los niños sienten nada hacia ella. Enseñarles cosas tan básicas como que las cucharas y los tenedores están elaborados con metal y que antes hubo una piedra que tuvo que ser extraída para crearla. La mala imagen de la minería es porque no hay conocimiento.
Estamos a años luz de tener una buena educación minera. La investigación en el sector minero debería ser profunda con muchos recursos. Por ejemplo, hoy se habla mucho de la electromovilidad para mejorar el tema del cambio climático. ¡Fantástico para ello necesitamos litio y cobre!, pero ¿hay alguna universidad que esté desarrollando un posgrado en litio?