El gerente de Estudios de Sonami, Álvaro Merino, proyectó que el próximo año el sector minero crecerá entre 6%-7% con una producción de cobre cercana a las 5.700.000 toneladas. Así lo dio a conocer en el seminario proyecciones económicas, organizado por la Cámara de Comercio de Santiago.
“El crecimiento de la industria minera se explica por la baja base de comparación y el relevante incremento en la producción de cobre, fundamentalmente, de Quebrada Blanca, Pelambres y Escondida”, precisó.
Asimismo, estimó para el próximo año un mercado del cobre superavitario, “debido precisamente al importante ingreso de proyectos mineros que estaban retrasados, debido entre otros aspectos a la pandemia. La mayor oferta provendrá precisamente de Latinoamérica”.
Merino hizo notar, también que en el mercado del cobre también hay que considerar el comportamiento de China, que capta el 55% del consumo mundial: “China está mostrando una marcada desaceleración, donde la política de Covid cero junto con la crisis inmobiliaria han afectado su crecimiento, es por ello que recientemente las autoridades han relajado algunos controles y han dispuesto medidas para apoyar al sector inmobiliario. Si bien esta noticia es positiva, considero que hay que tener cautela sobre el impacto en el crecimiento de mediano y largo plazo”.
Además, se refirió a otros elementos de riesgo que afectan el mercado del cobre como: la alta inflación, la probable recesión, los riesgos geopolíticos generados por la guerra entre Rusia y Ucrania, y las tensiones entre los dos gigantes de la economía mundial, como son precisamente Estados Unidos y China,
El gerente de Estudios de Sonami dijo que el presente año la actividad minera tendrá una caída cercana a 4,5%, con menor producción de cobre, molibdeno, oro y plata; lo que será parcialmente contrarrestado por el incremento de la producción de no metálicos, particularmente en el caso de litio.
No obstante, sostuvo que el factor más relevante en el retroceso de la actividad minera es precisamente la menor producción de cobre, que pasará de 5.625.000 toneladas anotadas en 2021, a un monto cercano a 5.300.000 toneladas en el presente ejercicio. Esto se explicaría, fundamentalmente, por menores leyes del mineral, problemas técnicos en algunos yacimientos, y reducción en el suministro de agua, particularmente en faenas ubicadas entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana